Posición del Gobierno del Japón con respecto a las Islas Senkaku


 


Las tres verdades sobre las Islas Senkaku


Secretario de prensa/Director general de Prensa y Diplomacia Pública

4 de octubre de 2012. (Traducción provisoria)

 

1. A la luz de hechos históricos y sobre la base del derecho internacional, las Islas Senkaku son parte inherente del territorio del Japón.

 

• Desde 1885, el Gobierno del Japón había llevado a cabo relevamientos de las islas, a través de las agencias de la Prefectura de Okinawa y mediante otros métodos. A través de estos relevamientos, se confirmó que las Islas Senkaku no sólo habían estado deshabitadas sino que tampoco mostraban ningún rastro de haber estado bajo el control de la Dinastía Qing de China. Sobre la base de esta confirmación, el 14 de enero de 1895, el Gobierno del Japón adoptó una Resolución del Gabinete por la cual colocaba un mojón en las Islas para incorporarlas formalmente al territorio del Japón. Este procedimiento fue realizado según las modalidades para adquirir debidamente la soberanía territorial conforme al derecho internacional (ocupación de terra nullius). Asimismo, estas islas no fueron parte ni de Taiwán ni de las Islas Pescadores que fueron cedidas a Japón por la Dinastía Qing de China según el Tratado de Shimonoseki firmado en abril de 1895. Por lo tanto, Japón no confiscó las islas como consecuencia de la Guerra Sino-Japonesa.

 

• Desde entonces, las Islas Senkaku han permanecido bajo el legítimo control de Japón. Por ejemplo, un habitante de la Prefectura de Okinawa que llevaba a cabo, entre otras, actividades de pesca alrededor de las Islas Senkaku presentó una solicitud para alquilarlas y el Gobierno Meiji dio su aprobación en 1896. Luego de esta aprobación, el ciudadano particular envió trabajadores a dichas islas y desarrolló las siguientes actividades: recolectar plumas de pájaros, producir bonito seco, recolectar coral, criar ganado, fabricar productos enlatados y recoger fosfato de guano mineral (excremento de ave para combustible). El hecho de que el Gobierno Meiji diera su aprobación para la utilización de las Islas Senkaku a este particular, que a su vez pudo dirigir abiertamente dichas actividades en base a la aprobación, demuestra el legítimo control de Japón sobre las Islas.

 

• Las Islas Senkaku no están incluidas en Taiwán ni en las Islas Pescadores a las que Japón renunció según el Tratado de Paz de San Francisco firmado en 1951. Las Islas Senkaku han sido puestas bajo la administración de los Estados Unidos de América como parte de las Islas Nansei Shoto, cuyos derechos administrativos fueron revertidos a Japón de conformidad con el Acuerdo entre Japón y los Estados Unidos de América relativo a las Islas Ryukyu y las Islas Daito, firmado en 1971.

 

• Un organismo de las Naciones Unidas llevó a cabo un relevamiento académico en 1968 que indicó la posibilidad de la existencia de recursos petrolíferos en el Mar de China Oriental, lo cual impulsó al Gobierno de China y a las autoridades taiwanesas a empezar a reclamar sus soberanías sobre las Islas Senkaku desde 1970. Anteriormente, no hubo objeción alguna expresada por ningún país o región a la soberanía del Japón sobre las islas.

 

• Nada de lo que el Gobierno de China presenta como evidencia histórica, geográfica o geológica posee fundamentos válidos para los reclamos de China sobre la soberanía territorial de las Islas Senkaku, desde el punto de vista del derecho internacional. Hay una descripción de las “Islas Senkaku, Distrito de Yaeyama, Prefectura de Okinawa, Imperio del Japón” en una carta de agradecimiento fechada en 1920, enviada por el entonces cónsul de la República de China en Nagasaki en relación al naufragio alrededor de las Islas Senkaku que había involucrado a pescadores chinos de la Provincia de Fujian. Adicionalmente, un artículo del Diario Popular, diario oficial de China, fechado el 8 de enero de 1953 aclaraba que las Islas Ryukyu “consisten en 7 grupos de islas incluidas las Islas Senkaku”. Además, el “Atlas Mundial” publicado en China en 1960 trataba las Islas Senkaku como parte de Okinawa.

 

2. Con la adquisición de las Islas Senkaku, el Gobierno del Japón aspira a su administración y su mantenimiento estable y pacífico

 

• La decisión del Gobierno del Japón de adquirir los derechos de propiedad sobre las Islas Senkaku no constituye un cambio significativo de la situación actual. El Gobierno del Japón ha respondido consistentemente de manera serena. El territorio de las tres islas que actualmente son propiedad del Gobierno del Japón había sido anteriormente de su propiedad hasta 1932. Un ciudadano particular adquirió las tierras posteriormente y en esta oportunidad, el Gobierno del Japón ha decidido volver a adquirirlas. Por otra parte, el Gobierno del Japón continúa reteniendo de manera consistente la propiedad de la Isla Taisho, que también forma parte de las Islas Senkaku.

 

• En los últimos años, China ha realizado activamente incursiones en el océano, y ha emprendido acciones provocativas alrededor de las Islas Senkaku. Navíos del Gobierno de China y barcos de activistas han ingresado uno tras otro en aguas territoriales japonesas, lo cual ha generado una preocupación creciente en Japón. Bajo tales circunstancias, el Gobierno Metropolitano de Tokio pensó en comprar las Islas Senkaku. El Gobierno del Japón no aprobará nunca los reclamos de China, pero le preocupa que algunos movimientos puedan tener un impacto significativo en la relación Japón-China en la práctica.

 

• La relación entre Japón y China es una de las relaciones bilaterales más importantes para Japón. Reconociendo que una relación amistosa entre ambos países es esencial para la paz y la estabilidad de Asia del Este, Japón ha fortalecido la cooperación desde una perspectiva más amplia. El traspaso de dominio constituye la mejor medida y la más práctica, desde una perspectiva amplia de las relaciones entre Japón y China, con el fin de garantizar la administración y el mantenimiento pacífico y estable de las Islas a largo plazo.

 

3. Los actos de violencia no deben ser consentidos sean cuales fueren las razones.

 

• Es muy lamentable que en numerosas regiones de China hayan tenido lugar protestas anti-japonesas y que éstas hayan derivado en actos en los cuales se arrojaran piedras y otros objetos peligrosos contra establecimientos diplomáticos japoneses, actos de violencia en contra de ciudadanos japoneses, así como incendios, destrucción y saqueo de empresas subsidiarias japonesas.

 

• Sean cuales fueren las razones, los actos de violencia no deben ser consentidos, y el descontento por la diferencia de opiniones debe expresarse de manera pacífica. Este es un interés compartido por la comunidad internacional.

 

Para mayor información ingrese aquí.