En ocasión de la apertura del 178°
período de sesiones de la Dieta, me gustaría
ofrecer mis plegarias por el descanso de quienes perdieron
sus invalorables vidas en el Gran Terremoto del Este de Japón,
así como en las intensas lluvias concentradas y el
tifón que sobrevinieron a continuación. Por
otra parte, deseo expresar una vez más mi sincera solidaridad
hacia quienes se vieron afectados por el desastre y deben
todavía afrontar dificultades en su vida cotidiana.
He sido designado recientemente Primer Ministro
de Japón. En cualquier época, todo lo que se
exige de la política puede expresarse en una frase
muy simple: “espíritu sincero y justa intención”.
Escuchando las voces de la gente, con una justa intención
y un espíritu sincero, me comprometo a ser fiel a mi
conciencia como político y a realizar todo lo que esté
dentro de mis posibilidades para asumir la seria responsabilidad
de enfrentar la crisis nacional generada por los desastres.
En esta tarea, pido humildemente la comprensión y la
cooperación de nuestro socio en la coalición,
el Nuevo Partido del Pueblo, de todos los demás partidos
políticos y agrupaciones parlamentarias, y del pueblo
japonés.
Ya han transcurrido seis meses desde el trágico
11 de marzo. Esta catástrofe irrumpió en la
tranquilidad de muchas ciudades y se cobró muchas vidas.
Todavía quedan profundamente marcadas las cicatrices
que dejó en las zonas afectadas. Asimismo, el desastre,
sumado al accidente de la Central Nuclear Fukushima Daiichi
de Tokyo Electric Power Company (TEPCO) ha tenido un enorme
impacto, no sólo en la zona afectada, sino en todo
el país. El desastre y los persistentes problemas que
enfrenta la sociedad económica en Japón desde
hace largo tiempo, ha impuesto otra serie de nuevos y graves
desafíos que requieren una solución urgente.
Mientras vivimos esta crisis nacional, hay
algo que no debemos olvidar nunca. Se trata del espíritu
altruista demostrado por el pueblo japonés en medio
de la desesperación después del desastre del
terremoto. La Señorita Miki Endo trabajaba como miembro
del personal de prevención de desastres en Minami-Sanrikucho,
donde continuó instando a los residentes a evacuar
la zona hacia tierras más elevadas. Fue su voz, transmitida
por la radio desde las oficinas de prevención de desastres,
la que dio valor a la gente y salvó incontables vidas.
Aunque con la voz teñida de miedo y aprensión,
la Srta. Endo continuó transmitiendo hasta el final.
Arrastrada por el tsunami, nunca volvió a su casa.
Si hubiera vivido, habría celebrado su matrimonio este
mes. En las zonas afectadas por el desastre, se crearon vínculos
profundos con otros seres humanos sin dejar de lado la propia
vida con una fuerte idea de misión. La determinación
de cumplir con un deber público en medio de una crisis,
tal como lo ejemplificó la Srta. Endo, y las innumerables
personas afectadas por el desastre que, demostrando generosidad
hacia los demás, han resistido silenciosamente las
pruebas y las penurias que afrontan - ¿no son acaso
las cualidades que deberían darnos orgullo como japoneses
y esperanza para el futuro?
Hay algo más que no debemos olvidar.
Me refiero a los que luchan en la primera línea de
la iniciativa de reconstrucción después del
desastre para hacer frente al accidente nuclear y llevar apoyo
a las personas afectadas. La semana pasada, en mi carácter
de responsable del Centro de Respuesta a la Emergencia Nuclear,
visité la Central Nuclear Fukushima Daiichi de TEPCO.
Allí, más de 2.000 personas continúan
trabajando en silencio y con tenacidad, usando máscaras
y trajes protectores y enfrentando los peligros tanto de la
radiación como del golpe de calor, para poner punto
final al accidente. En las zonas dañadas por el terremoto
y las intensas lluvias, también hay diversos funcionarios
de las administraciones locales que, pese a haberse visto
afectados personalmente por los desastres, continúan
atendiendo a las necesidades de los residentes, poniéndose
al frente de las actividades de rescate, recuperación
y descontaminación.
El Sr. Shinichi Teramoto, alcalde de Nachi-Katsuura,
es un ejemplo supremo de dicho compromiso. Aunque abrumado
por el dolor de haber perdido a miembros de su familia, continúa
supervisando y dirigiendo las operaciones emprendidas en respuesta
a las intensas lluvias.
La lucha contra el accidente nuclear y el
daño relacionado con el desastre continúa en
todo momento. El presente y el futuro del Japón están
siendo apuntalados a través de la dedicación
y el esfuerzo continuo en las zonas afectadas. ¿No
deberíamos dedicar mayor consideración a estas
personas con nuestro estímulo y nuestra gratitud?
Hay algo más que no debemos olvidar.
Son los sentimientos de las personas afectadas por el desastre
-y por sobre todo, de los habitantes de Fukushima- hacia sus
ciudades de pertenencia. En este momento se están realizando,
ciertamente, esfuerzos destinados a la reconstrucción
en numerosas regiones, pero los habitantes de la zona que
rodea la central nuclear en Fukushima siguen afrontando un
futuro poco claro y se debaten con las preocupaciones y la
intranquilidad respecto de la radiación que no ven.
Recuerdo las palabras de un estudiante del secundario sobre
lo que siente la gente en esta zona.
“Nacer en Fukushima, crecer en Fukushima
y trabajar en Fukushima. Casarnos en Fukushima, tener hijos
en Fukushima y criar a esos hijos en Fukushima. Ver a nuestros
nietos en Fukushima, ver a nuestros bisnietos en Fukushima
y terminar nuestros días en Fukushima. Ese es nuestro
sueño”.
Estas palabras pertenecen a una obra de estudiantes
de secundario de Fukushima, que fue representada en el 35°
Festival Cultural Nacional de Escuelas Secundarias en Fukushima
el mes pasado. Estos jóvenes han superado los sentimientos
de tristeza y de enojo, de intranquilidad e impaciencia, de
resignación e impotencia, y están animados por
un fuerte deseo de dar un paso más hacia el mañana.
¿Ese entusiasmo joven no nos da acaso la convicción
de que podemos lograr la reconstrucción en las zonas
afectadas por el desastre y en Fukushima?
Es lamentable que recientemente un ministro
del Gabinete haya renunciado luego de declaraciones inapropiadas
carentes de compasión por las víctimas del desastre.
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para prometer
una vez más que el Gabinete redoblará sus esfuerzos
concertados para terminar con el accidente nuclear y promover
la ayuda a las víctimas del desastre, restableciendo
la confianza del pueblo en el Gobierno.
A pesar del desastre, los acontecimientos
globales siguen como antes. Las opiniones y los puntos de
vista sobre Japón continúan siendo objeto de
un rápido cambio prácticamente todos los días.
Las voces que elogiaron el espíritu generoso de los
japoneses son ahogadas por las opiniones críticas en
relación a la política de Japón. Ahora
estamos oyendo algunos comentarios críticos del exterior
según los cuales “la postergación y la
incapacidad de exhibir liderazgo político” son
“el estilo japonés”. Existe un verdadero
peligro de perder la confianza y el empuje que nuestro país
ha ganado hasta ahora.
Debemos aceptar las realidades graves y difíciles
que enfrentamos. También debemos superarlas. Es hora
de que las ramas ejecutiva y legislativa de nuestro país
cumplan con los roles que tienen asignados, para sobreponernos
a la crisis que enfrentamos, proteger las vidas de las personas
y restablecer la esperanza y el orgullo en Japón.
2. Recuperación y reconstrucción
después del Gran Terremoto del Este de Japón
(Acelerar la recuperación
y la reconstrucción)
De más está decir que la recuperación
y la reconstrucción después del Gran Terremoto
del Este de Japón son las mayores y más elevadas
prioridades para mi Gabinete. Hasta el momento, el Gobierno
ha trabajado en cooperación con los gobiernos locales,
realizando todos los esfuerzos posibles por participar en
operaciones de recuperación, como la construcción
de alojamiento temporario, el retiro de escombros y el sostén
de los medios de vida de las personas afectadas por el desastre.
Es cierto que se han hecho avances sustanciales, en comparación
con las consecuencias inmediatas del desastre, pero hemos
recibido comentarios de que les faltó velocidad a los
operativos y que la asistencia no está llegando a quienes
la necesitan.
Lo que debe hacer mi Gabinete es evidente.
Implementaremos cada medida específica necesaria de
manera constante y segura sobre la base de las Pautas Básicas
para la Reconstrucción. A tal efecto, aceleraremos
los preparativos para la compilación del tercer presupuesto
complementario. También trabajaremos para formular
medidas como la provisión de subsidios que sean de
fácil acceso para los gobiernos locales, y la creación
de un sistema para zonas especiales destinado a la reconstrucción,
con carácter de urgencia.
En cuanto a los recursos financieros para
la recuperación y la reconstrucción, el principio
básico es que la carga de dichos recursos no pase a
la próxima generación, sino que sea compartida
conjuntamente por todas las generaciones que vivimos aquí
en el presente. Ante todo, nos esforzaremos por asegurar recursos
a través de varias iniciativas, como reducciones en
el gasto, la venta de activos nacionales y la revisión
de los costos del personal de la administración pública.
Además, se analizarán múltiples opciones
disponibles para las medidas impositivas, por tiempo limitado
y de una manera multifacética, que examine debidamente
la situación económica actual y tenga en cuenta
otros asuntos como elementos específicos para fijación
de impuestos, el período para dichas medidas y su alcance
y escala en cada año fiscal, entre otros.
Muy pronto presentaremos a la Dieta el borrador
de un proyecto de ley para el establecimiento de la Agencia
de Reconstrucción, que funcionará como un organismo
que trasciende el marco actual de los múltiples ministerios
y agencias, dando una respuesta integrada a los pedidos recibidos
de los gobiernos locales que se han visto afectados por el
desastre. Para acelerar la construcción de las regiones
afectadas por el desastre, yo solicitaría a los partidos
en el gobierno y la oposición que trabajen juntos en
una respuesta concertada.
(Esfuerzos destinados a poner fin al accidente
de la central nuclear y a la reactivación de Fukushima)
Poner fin al accidente de la central nuclear de electricidad
es un desafío nacional. Sin la reactivación
de la Prefectura de Fukushima no habrá un restablecimiento
de la confianza y el empuje, en Japón. Participaremos
en todos los intentos posibles para garantizar que se detenga
la emisión de materiales radiactivos en la atmósfera,
el suelo y los océanos. Trabajaremos en forma continua
en la implementación de la Hoja de Ruta para poner
fin al accidente, realizando los máximos esfuerzos
para garantizar la seguridad de los trabajadores que participan
en las operaciones de la central eléctrica. Acumulando
conocimiento y experiencia de todo el mundo, también
superaremos los problemas técnicos que estamos afrontando.
Trabajaremos tenazmente para identificar las causas del accidente
sobre la base de perspectivas internacionales, brindaremos
una información completa sobre dichas causas y las
medidas de prevención, con el fin de garantizar que
no vuelva a producirse un accidente semejante.
El desembolso de los pagos provisorios de
indemnización a las personas afectadas por el accidente
es otro asunto urgente. Hay residentes de las zonas afectadas
que debieron ser evacuados y han padecido incomodidades en
su vida cotidiana durante un período prolongado: dueños
de empresas de ganadería que enfrentaron la congoja
de ver sacrificar a sus animales, productores agrícolas
que se vieron forzados a tirar sus cosechas, y propietarios
de pequeñas y medianas empresas (Pymes) que tuvieron
que suspender sus operaciones debido a daños a su reputación
infundados. Para asistir a estas víctimas del desastre
que enfrentan una situación tan grave, aceleraremos
las medidas para brindar una compensación justa, apropiada
y pagos provisorios.
Con el fin de aliviar las preocupaciones,
los temores de los residentes y avanzar más rápido
con las iniciativas de reconstrucción, es esencial
que se realicen esfuerzos a gran escala para eliminar los
materiales radiactivos que ya se han dispersado y proveer
medidas a prueba de fallos para atender la salud de los residentes
en las cercanías de la central nuclear. En particular,
daremos prioridad a los programas de gestión para la
salud de niños y madres embarazadas. Incrementaremos
las estructuras de inspección existentes para la producción
agrícola y la carne, entre otras cosas, a fin de garantizar
la seguridad y la tranquilidad espiritual relativas a los
productos alimenticios que la gente consume diariamente.
Todavía hay áreas, sobre todo
en las cercanías de la Central eléctrica Nuclear
Fukushima Daiichi de TEPCO, donde los niveles de radiación
se mantienen sumamente altos. Teniendo bien presentes en nuestras
mentes el dolor y la desesperación de quienes se vieron
obligados a abandonar sus territorios ancestrales, con la
cooperación de los gobiernos locales, el Gobierno asumirá
la responsabilidad por todos los sinceros esfuerzos destinados
a emprender medidas de descontaminación a gran escala
que eliminarán los materiales radiactivos presentes
en el medio ambiente.
Asimismo, sobre la base de las lecciones aprendidas
de este desastre, además de adoptar todas las medidas
posibles para responder a los desastres naturales y accidentes
a gran escala que amenazan la vida y la salud de las personas,
reevaluaremos las medidas del Gobierno relativas a la preparación
para desastres con el objetivo de crear un país sustentable
y con resiliencia a los desastres.
3. Respuesta a la crisis económica
global
Además de la recuperación y
la reconstrucción después del Gran Terremoto
del Este de Japón, otro tema prioritario que debe ser
abordado por este Gabinete es la reconstrucción de
la economía japonesa. Desde el desastre del 11 de marzo,
simultáneamente se han producido problemas como la
rápida apreciación del yen, las limitaciones
en la provisión y la demanda de electricidad, y la
inestabilidad de los mercados financieros. Japón está
al borde de sufrir una gran pérdida de credibilidad
nacional debido al vaciamiento de sus industrias y a su situación
financiera cada vez más exacerbada.
(Reconstrucción
de la política energética)
El primer paso para reconstruir la economía de Japón
consiste en reconstruir su política energética.
Continuamos enfrentando una situación en la cual la
oferta y la demanda de electricidad se ven limitadas debido
al accidente de la central nuclear de electricidad. Sin el
suministro estable de electricidad, que es la “sangre”
propiamente dicha de nuestra economía y nuestra sociedad,
el fundamento del estilo de vida holgado de Japón perderá
estabilidad y seremos incapaces de impulsar las actividades
industriales internas.
Gracias a los esfuerzos de ahorro de energía
de la gente este verano, no tuvimos que recurrir a cortes
rotativos de electricidad. Les agradezco su sincera comprensión
y cooperación. Para que Japón no tenga que verse
obligado a tomar medidas de ahorro de energía, dedicaremos
uno o dos años a implementar contramedidas relativas
a la demanda. Al mismo tiempo, analizaremos desde cero la
Política Energética Básica actual, que
está vigente hasta 2030, y crearemos una nueva estrategia
y un plan que estarán listos aproximadamente para el
verano del año próximo. Al hacerlo, tendremos
continuamente en cuenta una composición energética
a mediano y largo plazo con la cual los ciudadanos puedan
sentirse cómodos desde el punto de vista de la seguridad
de la energía además de utilizar análisis
de costos, tomando ampliamente en consideración las
opiniones de grupos muy diversos de ciudadanos.
En lo que se refiere a la generación
de electricidad, es improductivo abordar la energía
nuclear como una dicotomía entre “cero energía
nuclear” y la “promoción”. A mediano
y largo plazo, debemos aspirar a avanzar todo lo posible hacia
la reducción de nuestra dependencia de la generación
de electricidad nuclear. No obstante y al mismo tiempo, reiniciaremos
las operaciones en las centrales nucleares de electricidad
luego de inspecciones regulares, cuya seguridad haya sido
totalmente verificada y confirmada, bajo la premisa de desarrollar
una relación de confianza con el gobierno local. En
cuanto a la reestructuración organizativa de la regulación
en materia de seguridad nuclear, la Agencia de Seguridad y
Protección Nuclear pasará a ser un organismo
adherido al Ministerio de Medio Ambiente y trabajará
para unificar enérgicamente las regulaciones correspondientes
a la seguridad de la energía nuclear.
La historia de la humanidad es también
la historia de quienes se esforzaron por desarrollar nuevos
tipos de energía. Japón, un país con
pocos recursos de combustibles fósiles, debe guiar
al resto del mundo construyendo una sociedad fundada en nuevas
formas de energía. Japón utilizará su
fuerza tecnológica avanzada para acompañar la
reforma regulatoria con medidas que promuevan su difusión,
transmitiendo al mundo un modelo de vanguardia en cuanto a
la conservación de la energía y las energías
renovables.
(Implementación de contramedidas enérgicas
para la apreciación del yen y contra el vaciamiento
industrial)
Los niveles históricos de apreciación del yen,
sumados al avance de las economías emergentes y otros
factores, están precipitando una crisis de vaciamiento
industrial sin precedente. Las compañías exportadoras
y las empresas pequeñas y medianas que lideraron la
industria japonesa en el pasado están pidiendo auxilio
ahora. De no hacer algo, existe la preocupación de
que la fuerza de las industrias internas disminuya y se pierdan
empleos. Si eso sucede, superar la deflación y reconstruir
las zonas afectadas serán tareas considerablemente
más difíciles.
Países de Europa, Estados Unidos y
Asia libran una batalla por la radicación de empresas
con esfuerzos nacionales para atraer empresas a sus países.
Para que Japón evite el vaciamiento de sus industrias
y mantenga el empleo interno, debemos trabajar juntos con
el Banco del Japón, que maneja la política monetaria,
para utilizar todos los medios que la política pone
a nuestra disposición. Primero, utilizaremos fondos
de reserva y el tercer presupuesto complementario para implementar
contramedidas económicas de emergencia, que incluyan
el aumento enérgico de los subsidios para la radicación
de empresas. Además, aprovecharemos los méritos
del yen que se aprecia para apoyar a empresas japonesas en
la compra de empresas extranjeras y la adquisición
de participaciones relacionadas con recursos.
(Alcanzar tanto el
crecimiento económico como la salud fiscal)
Antes del desastre del 11 de marzo, la mitad del ingreso nacional
de Japón dependía de los bonos del Estado y
la deuda nacional corría el riesgo de alcanzar mil
billones de yenes. El desastre profundizó aún
más el nivel de crisis de las finanzas públicas,
lo cual dejó a Japón en la peor situación
entre los grandes países avanzados. En este momento,
la credibilidad nacional de Japón está siendo
seriamente cuestionada, no podemos seguir manejando las finanzas
públicas cubriendo deuda vieja con deuda nueva. ¿Tenemos
derecho a imponer más deuda a las futuras generaciones,
que ahora no pueden hablar por sí mismas? La responsabilidad
de los políticos actuales está en tela de juicio.
La reconstrucción financiera no es
de ninguna manera un problema simple que pueda resolverse
en forma directa. Existe el camino de recortar gastos, que
se logra haciendo que la política y la administración
gubernamental sean más eficientes. También está
el camino de aumentar los ingresos que se alcanza revitalizando
la economía y las vidas acomodadas de los ciudadanos.
En tanto llevamos a cabo todos los esfuerzos por aplicar estos
dos caminos, también está el camino de la reforma
del ingreso para lo cual debemos pedir a los ciudadanos que
soporten una carga mayor para no crear problemas a las futuras
generaciones. Debemos avanzar sin perder de vista ninguno
de los tres caminos y eso representa una travesía difícil.
El crecimiento económico y la salud
fiscal deben avanzar al unísono como dos ruedas del
mismo vehículo. A tal efecto, se acelerarán
los esfuerzos por concretar la Nueva Estrategia de Crecimiento
formulada el año pasado y se afinará una estrategia
que tenga en cuenta las circunstancias después del
desastre con el objetivo de compilar una estrategia para revitalizar
a Japón, a fin de año.
Como concreción de estas estrategias
y para que el Gobierno actúe como “torre de control”
supervisando las políticas nacionales importantes,
reuniremos el conocimiento de los sectores industrial, gubernamental
y académico, consolidaremos las estructuras de reunión
existentes y estableceremos una nueva estructura de reunión,
que administraré yo mismo.
El dinamismo de las compañías
privadas, como las pequeñas y las medianas empresas,
es el que conducirá al crecimiento económico
de Japón. Desarrollaremos un entorno que facilite generar
nuevas industrias y amplias oportunidades de empleo principalmente
en el sector de la energía ambiental, que también
está conectado con la solución del problema
del calentamiento global, y el sector ligado a la salud, un
sector de gran demanda debido a la sociedad longeva de Japón.
Además, para profundizar las relaciones con los mercados
extranjeros en crecimiento, promoveremos estratégicamente
asociaciones económicas y llevaremos adelante un desarrollo
de mercados en un esfuerzo concertado entre los sectores público
y privado, intensificando a la vez los esfuerzos por atraer
conocimiento, experiencia y financiamiento del exterior.
La idea de que la “agricultura es la
base de un país” continúa viva en la actualidad.
Los alimentos sustentan y nutren la vida. En razón
de que los consumidores exigen un elevado nivel de seguridad
y tranquilidad, los sectores de agricultura, forestación
y pesca podrían posiblemente convertirse en sectores
de crecimiento que asuman el liderazgo en la nueva era. Mediante
las iniciativas para revitalizar la agricultura, el sector
central en las zonas afectadas de la región de Tohoku,
como portal, se compilarán medidas concretas para revitalizar
velozmente las industrias agrícola, forestal y pesquera
de conformidad con las recomendaciones a largo plazo del Consejo
para la Reactivación de las Industrias de la Alimentación,
la Agricultura, la Forestación y la Pesca.
Además, las oficinas de correos son
un pilar de la infraestructura social que apoya a las comunidades
rurales. Yo trabajaré para asegurar que el proyecto
de la Ley de Reforma Postal se sancione rápidamente
para que las oficinas de correos puedan brindar los servicios
básicos de las tres ramas en forma unificada como bases
para crear vínculos entre los habitantes de cada comunidad.
El Gobierno también continuará
promoviendo la reforma para aumentar la soberanía local.
4. Un Japón con esperanza y
orgullo
Además de superar las “dos crisis”
del Gran Terremoto del Este de Japón y la crisis económica
mundial, debemos invertir en el futuro de Japón para
ser un país lleno de promesa, un país donde
todas y cada una de las personas sientan orgullo y estén
agradecidas por haber nacido aquí.
(El renacimiento
de una amplia clase media y de la reforma de la seguridad
social)
En otros tiempos, a Japón se lo identificaba generalmente
con un país donde todos los habitantes pertenecían
a la clase media. Respaldada asimismo por uno de los mejores
sistemas de seguridad social del mundo, la numerosa clase
media había sido la base del desarrollo económico
y la estabilidad social. Sin embargo, la caída de la
tasa de natalidad y el envejecimiento de la población
avanzaron rápidamente, el empleo y los modelos familiares
se han transformado considerablemente en la actualidad, y
la “red de seguridad de la vida” del sistema de
seguridad social también comenzó a mostrar algunas
lagunas. Entre quienes pertenecían a la clase media,
ahora hay más gente con dificultades para salir adelante.
Darnos por vencidos podría terminar
a la larga en desesperación, después en enojo
y luego en el desmoronamiento de la estabilidad de la sociedad
japonesa desde su núcleo. La “esperanza”
y el “orgullo” no saldrán a la luz a menos
que podamos recuperar un Japón que tenga “calidez”
en vez de “desesperación y enojo”.
El sistema de seguridad social debe ser tal
que se adapte a todas las generaciones y que todas las generaciones
consideren justo.
Específicamente, necesitamos fortalecer
las medidas de apoyo para la generación más
joven llevando adelante una asistencia integral para los niños
y la crianza de los hijos, lo cual incluye la provisión
de la asignación por hijo acordada entre las tres partes
del Partido Democrático del Japón (PDJ), el
Partido Liberal Democrático (PLD), y el partido Nuevo
Komeito y el establecimiento de un marco para la unificación
de las guarderías y los jardines de infantes. Otro
reto importante es eliminar cualquier preocupación
relativa a los sistemas de atención de la salud y de
enfermería, y proveer servicios de calidad con eficiencia
adaptados a la situación de la comunidad. Asimismo,
ante las perspectivas de una población con una menor
fuerza de trabajo, debemos mejorar la tasa de empleo de los
jóvenes, las mujeres, los ancianos y las personas con
discapacidades. Debemos llegar a hacer realidad una sociedad
en la que todos participen, en la que todo el que tenga voluntad
de trabajar pueda trabajar. Y debemos crear una red de seguridad
confiable para cuidar que nadie caiga en el ciclo de la pobreza.
En junio de este año, se compiló
luego de mucho debate, el borrador final del proyecto del
Gobierno y el partido gobernante para la reforma integral
de los sistemas impositivo y de seguridad social. Con este
plan como base, los partidos en el gobierno y la oposición
llevarán a cabo reiteradas discusiones sinceras. Nos
proponemos presentar la legislación pertinente durante
el próximo período ordinario de sesiones de
la Dieta. Para que los partidos en el gobierno y la oposición
tengan un diálogo abierto y puedan llegar a un acuerdo
sobre la sanción de la legislación, solicito
sinceramente la participación de los miembros de todos
los partidos y grupos parlamentarios en las discusiones sobre
la política relativa a la reforma integral de los sistemas
de seguridad e impositivo.
(La aspiración
a participar activamente en el exterior y colaborar con la
comunidad internacional y con toda la humanidad)
Hay otra cosa importante para que el pueblo japonés
recupere la “esperanza” y el “orgullo”:
no mirar sólo hacia adentro y tener la aspiración
de participar activamente en el exterior. Desde la Restauración
Meiji, nuestros antepasados allanaron el camino a la prosperidad
desafiando con audacia al mundo. Creo que hay cosas que sin
lugar a duda sólo los japoneses podemos hacer para
resolver los problemas que enfrenta la comunidad internacional
y contribuir al futuro de toda la humanidad. Para llevar adelante
la aspiración de convertirnos en pioneros de una nueva
era entre los jóvenes, procederemos al desarrollo de
recursos humanos, por ejemplo, generando recursos humanos
globales, y educaremos para desarrollar la capacidad de las
personas para aprender y pensar por sí mismas. Por
otra parte, estaremos analizando políticas destinadas
a abrir las fronteras de un nuevo Japón, con el establecimiento,
entre otras cosas, de un nuevo modelo de desarrollo de la
comunidad que apunta a lograr prósperos “furusato”
(tierras natales), el desarrollo de zonas marítimas
que son en principio un reservorio de recursos marinos y el
establecimiento de un plan estratégico para promover
el desarrollo y el uso del espacio.
(Restauración
de la confianza en la política y la gestión
de gobierno)
El país no puede funcionar sin la confianza del pueblo
en la política y la gestión de gobierno. Nos
esforzaremos por restaurar la confianza a través de
la generación de resultados tangibles en la reforma
administrativa y la reforma política. Poco después
del fin de la guerra en 1946, se aprobó ya una decisión
del Gabinete que prometía revitalizar completamente
el funcionamiento del gobierno para aumentar la confianza
de la gente. Pese a haber transcurrido más de 60 años
desde esa decisión del Gabinete, el proceso de revitalización
del gobierno sigue estando a mitad de camino. Trabajaremos
para eliminar el despilfarro en el gasto y las ineficiencias
en la gestión de gobierno y para fortalecer las funciones
de gobierno verdaderamente necesarias. Estos esfuerzos de
revitalización del gobierno deben ser continuos y fortalecidos
en forma continua. Mejoraremos los métodos de revisión
de programas públicos (“shiwake”) que venimos
emprendiendo desde el cambio de gobierno.
Por otra parte, el Gobierno y el partido gobernante
retornarán a su objetivo original de “priorizar
las vidas de las personas” y realizar esfuerzos concertados
para luchar contra los intereses creados y llevar a cabo una
serie de reformas administrativas.
Con el fin de que los empleados públicos
del país puedan demostrar verdaderamente sus capacidades
para atender a las necesidades de la gente y desempeñar
servicios públicos eficientes y de calidad, nos esforzaremos
por lograr una sanción pronta de la legislación
vinculada a la reforma del sistema de empleados públicos
nacionales. Además de recortar los costos de personal
de los empleados públicos nacionales, llevaremos a
cabo esfuerzos por materializar la reforma del sistema de
administración pública.
Nuestra máxima prioridad en la reforma
política es corregir la diferencia de peso ligada a
un voto, que es actualmente una violación de la Constitución.
Espero que se lleven a cabo discusiones serias entre los partidos
en el gobierno y la oposición con respecto a los mecanismos
del sistema de elección, incluido el tema del número
de miembros de la Dieta.
5. La política exterior y de
seguridad nacional que aborda las nuevas exigencias de la
época
(Cambios en la situación
global y en el entorno de seguridad que rodea a Japón)
La situación global que rodea a Japón continúa
cambiando a diario, aun después del reciente desastre.
La presencia global de las economías emergentes crece
y en respuesta a las nuevas exigencias de la época,
generadas por la multi-polarización, es vital que la
política exterior de Japón responda con solidez
a dichos cambios.
También hay una falta cada vez mayor
de transparencia en el entorno en materia de seguridad que
rodea a Japón. En semejante situación, es responsabilidad
del Gobierno crear en tiempos de paz un sistema que sea capaz
de responder velozmente a cualquier crisis que pueda sobrevenir
para garantizar la paz regional y la estabilidad, así
como también la seguridad de las personas. De conformidad
con las nuevas Directivas del Programa de Defensa Nacional
que se formularon a fines del año pasado, Japón
mejorará su preparación, su movilidad y trabajará
para desarrollar una fuerza de defensa dinámica, respondiendo
de esa manera al nuevo entorno en materia de seguridad.
(Profundizar
y desarrollar la alianza Japón-Estados Unidos)
La alianza Japón-Estados Unidos continúa siendo
la piedra angular de la diplomacia y la seguridad nacional
japonesa, y también un activo compartido públicamente
que fomenta la estabilidad y la prosperidad, no sólo
de la región Asia-Pacífico sino también
del mundo.
La importancia de la relación de la
alianza Japón-Estados Unidos que ha sido fortalecida
a lo largo de más de medio siglo fue reconfirmada durante
el desastre, a través de la “Operación
Tomodachi”. Además de actuar rápidamente
para construir relaciones de confianza a nivel de los líderes,
trabajaremos para profundizar la alianza Japón-Estados
Unidos en distintos niveles, concentrándonos sobre
todo en la seguridad, la economía y los intercambios
culturales y de recursos humanos, ahondando y desarrollando
de esa forma una relación de alianza que sea apropiada
para el siglo XXI.
En lo que se refiere al tema del traslado
de la Base Aérea Futenma, conforme el acuerdo Japón-Estados
Unidos, es importante evitar una situación en la cual
la Base Aérea quede fija en su ubicación actual
y asegurar que la carga sobre Okinawa sea aliviada. Haremos
todos los esfuerzos necesarios en ese sentido, explicando
a la vez la situación con sinceridad a los habitantes
de Okinawa para solicitar su comprensión. También
implementaremos activamente medidas para la revitalización
de Okinawa.
(Fortalecer
las relaciones bilaterales con los países vecinos)
Cabe esperar que la región Asia-Pacífico continúe
siendo un centro de crecimiento global en el futuro y Japón
naturalmente seguirá fortaleciendo las relaciones políticas
y económicas con los países de la región
y también profundizará los intercambios en los
aspectos culturales. En tanto miembro de la región,
nuestro país realizará esfuerzos por crear confianza
y asegurar relaciones robustas.
En las relaciones entre Japón y China,
con miras al 40° aniversario de la normalización
de las relaciones entre nuestros dos países, el año
próximo, trabajaremos para promocionar una cooperación
específica en una amplia gama de áreas. En tanto,
trataremos de que China desempeñe un rol adecuado acorde
con sus responsabilidades como miembro de la comunidad internacional
con una mayor transparencia y trabajaremos para profundizar
nuestra relación estratégica de mutuo beneficio.
En las relaciones entre Japón y la
República de Corea (ROK), fortaleceremos aún
más las relaciones, sobre la base de una visión
orientada hacia el futuro para los próximos cien años.
En las relaciones con Corea del Norte, en cooperación
con otros países y sobre la base de la Declaración
DIPRK Pyongyang, Japón se propone normalizar sus relaciones
diplomáticas con Corea del Norte a través de
la resolución integral de los problemas principales,
como los secuestros, el problema nuclear y de los misiles,
y saldar el infortunado pasado. En cuanto al tema de los secuestros,
se trata de un problema grave que tiene que ver con la soberanía
nacional y como responsabilidad del Estado, no escatimaremos
esfuerzos para lograr el retorno de todos los secuestrados
a Japón lo antes posible.
En las relaciones con Rusia, además
de seguir adelante con los esfuerzos tenaces por resolver
el problema de los Territorios del Norte, que son de máxima
preocupación, trabajaremos para desarrollar una relación
adecuada como socio en la región Asia-Pacífico.
(Conexión en
un mundo multipolar)
Para cultivar vínculos de confianza con cada país
en un mundo multipolar, será necesario reunir mucha
fuerza para resolver los desafíos que el mundo enfrenta
en común. Estos “kizuna” – vínculos
de amistad – deben ampliarse y expandirse en múltiples
niveles de la sociedad y en distintos organismos de los sectores
público y privado.
Un ejemplo de estos esfuerzos basados en “kizuna”
es la recuperación y la reconstrucción derivadas
del Gran Terremoto del Este de Japón.
Las regiones afectadas por el desastre han
recibido incontables ejemplos de cálido apoyo de países
de todo el mundo. Puede decirse que esta asistencia es uno
de los frutos significativos de la contribución de
Japón a la comunidad internacional durante el período
de posguerra y la confianza que el mundo deposita en nosotros.
Japón es el único país del mundo que
sufrió la devastación de un bombardeo atómico
y también es un país que ha sufrido el desastre
reciente sin precedente. Además de seguir encabezando
a los países para exhortar al desarme nuclear y la
no proliferación nuclear, Japón debe restituir
la amabilidad que el mundo le ha demostrado compartiendo las
lecciones y el conocimiento que hemos adquirido en las áreas
de seguridad nuclear y prevención de desastres con
otros países.
Los esfuerzos por fortalecer las conexiones
entre países en los aspectos económicos se denominan
“cooperación económica”. Como parte
de dicha cooperación, los retos esenciales son los
esfuerzos por garantizar el crecimiento en la economía
global y evitar el vaciamiento de la industria. Sobre la base
de la “Política Básica para Asociaciones
Económicas Integrales” daremos pasos estratégicos
para celebrar acuerdos de asociación económica
de alto nivel (EPA).
En términos específicos llevaremos
adelante las negociaciones de EPA con la República
de Corea y Australia, y nos proponemos iniciar negociaciones
a corto plazo para una EPA Japón-Estados Unidos y una
EPA Japón-China-República de Corea. Además,
con respecto a la participación en la negociación
del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP),
realizaremos discusiones con miras a llegar a una conclusión
lo más pronto posible.
En lo que se refiere a las medidas relacionadas
con temas como proteger los recursos naturales y la energía
así como un suministro estable de alimentos, procederemos
activamente con la diplomacia económica. Además,
con respecto a distintos problemas globales, como la asistencia
a los países en desarrollo y una respuesta a las negociaciones
internacionales sobre cambio climático, una respuesta
a la situación en Medio Oriente y el Norte de África,
y medidas para Estados frágiles, Japón continuará
realizando un aporte activo.
6. Comentarios finales
La política se centra en trabajar con
tenacidad para generar soluciones realistas a los problemas,
coordinando a la vez intereses y valores contradictorios.
La esencia de la democracia parlamentaria reside en crear
consenso basado en un diálogo y un entendimiento cuidadosamente
forjados.
Con la administración anterior, encontramos
ya una serie de soluciones a través del diálogo
reiterado. Teniendo en cuenta las limitaciones que nos impone
una Dieta dividida, este es un momento apto y oportuno para
reflexionar acerca de la naturaleza legítima de la
rama legislativa del gobierno, a saber, el objetivo de obtener
consenso a través de la discusión.
A los honorables miembros de la Dieta reunidos
aquí, en representación de sus electores, y
al pueblo de Japón, quiero reiterarles lo siguiente.
Para hacer renacer a Japón de esta
crisis histórica nacional, ¿no necesitamos acaso
reunir y concentrar ahora todo el potencial latente en nuestro
país? Los miembros del Gabinete realizarán esfuerzos
concertados por cumplir con sus responsabilidades. Los miembros
de la burocracia demostrarán sus máximas capacidades
como expertos en sus áreas. Los partidos en el gobierno
y la oposición entablarán discusiones y un diálogo
a fondo y darán todo por identificar un terreno de
coincidencia. ¿No es tiempo de que el Gobierno, las
corporaciones y cada individuo, es más, cada persona
en el país, nos pongamos de acuerdo y aunemos nuestros
esfuerzos para enfrentar la crisis?
Estaré al frente en el Gabinete escuchando
atentamente las voces y el clamor profundo de todas y cada
una de las personas del país. Me conduciré con
un “espíritu sincero e intención justa”.
Únicamente me dedicaré al pueblo de Japón
y, para superar la crisis que afrontamos y resolver los problemas
que aquejan a Japón desde hace muchos años,
estoy decidido a no escatimar ningún esfuerzo avanzando
con tenacidad y persistencia, un paso por vez.
Concluyo mi discurso sobre la política
general reiterando mi exhortación al entendimiento
y la cooperación de mis compatriotas.