Discurso pronunciado por el Primer Ministro Yoshihiko Noda sobre la política general, en el 178° período de sesiones ordinarias de la Dieta.
13 de septiembre de 2011


1. Introducción

En ocasión de la apertura del 178° período de sesiones de la Dieta, me gustaría ofrecer mis plegarias por el descanso de quienes perdieron sus invalorables vidas en el Gran Terremoto del Este de Japón, así como en las intensas lluvias concentradas y el tifón que sobrevinieron a continuación. Por otra parte, deseo expresar una vez más mi sincera solidaridad hacia quienes se vieron afectados por el desastre y deben todavía afrontar dificultades en su vida cotidiana.

 

He sido designado recientemente Primer Ministro de Japón. En cualquier época, todo lo que se exige de la política puede expresarse en una frase muy simple: “espíritu sincero y justa intención”. Escuchando las voces de la gente, con una justa intención y un espíritu sincero, me comprometo a ser fiel a mi conciencia como político y a realizar todo lo que esté dentro de mis posibilidades para asumir la seria responsabilidad de enfrentar la crisis nacional generada por los desastres. En esta tarea, pido humildemente la comprensión y la cooperación de nuestro socio en la coalición, el Nuevo Partido del Pueblo, de todos los demás partidos políticos y agrupaciones parlamentarias, y del pueblo japonés.

 

Ya han transcurrido seis meses desde el trágico 11 de marzo. Esta catástrofe irrumpió en la tranquilidad de muchas ciudades y se cobró muchas vidas. Todavía quedan profundamente marcadas las cicatrices que dejó en las zonas afectadas. Asimismo, el desastre, sumado al accidente de la Central Nuclear Fukushima Daiichi de Tokyo Electric Power Company (TEPCO) ha tenido un enorme impacto, no sólo en la zona afectada, sino en todo el país. El desastre y los persistentes problemas que enfrenta la sociedad económica en Japón desde hace largo tiempo, ha impuesto otra serie de nuevos y graves desafíos que requieren una solución urgente.

 

Mientras vivimos esta crisis nacional, hay algo que no debemos olvidar nunca. Se trata del espíritu altruista demostrado por el pueblo japonés en medio de la desesperación después del desastre del terremoto. La Señorita Miki Endo trabajaba como miembro del personal de prevención de desastres en Minami-Sanrikucho, donde continuó instando a los residentes a evacuar la zona hacia tierras más elevadas. Fue su voz, transmitida por la radio desde las oficinas de prevención de desastres, la que dio valor a la gente y salvó incontables vidas. Aunque con la voz teñida de miedo y aprensión, la Srta. Endo continuó transmitiendo hasta el final. Arrastrada por el tsunami, nunca volvió a su casa. Si hubiera vivido, habría celebrado su matrimonio este mes. En las zonas afectadas por el desastre, se crearon vínculos profundos con otros seres humanos sin dejar de lado la propia vida con una fuerte idea de misión. La determinación de cumplir con un deber público en medio de una crisis, tal como lo ejemplificó la Srta. Endo, y las innumerables personas afectadas por el desastre que, demostrando generosidad hacia los demás, han resistido silenciosamente las pruebas y las penurias que afrontan - ¿no son acaso las cualidades que deberían darnos orgullo como japoneses y esperanza para el futuro?

 

Hay algo más que no debemos olvidar. Me refiero a los que luchan en la primera línea de la iniciativa de reconstrucción después del desastre para hacer frente al accidente nuclear y llevar apoyo a las personas afectadas. La semana pasada, en mi carácter de responsable del Centro de Respuesta a la Emergencia Nuclear, visité la Central Nuclear Fukushima Daiichi de TEPCO. Allí, más de 2.000 personas continúan trabajando en silencio y con tenacidad, usando máscaras y trajes protectores y enfrentando los peligros tanto de la radiación como del golpe de calor, para poner punto final al accidente. En las zonas dañadas por el terremoto y las intensas lluvias, también hay diversos funcionarios de las administraciones locales que, pese a haberse visto afectados personalmente por los desastres, continúan atendiendo a las necesidades de los residentes, poniéndose al frente de las actividades de rescate, recuperación y descontaminación.

 

El Sr. Shinichi Teramoto, alcalde de Nachi-Katsuura, es un ejemplo supremo de dicho compromiso. Aunque abrumado por el dolor de haber perdido a miembros de su familia, continúa supervisando y dirigiendo las operaciones emprendidas en respuesta a las intensas lluvias.

La lucha contra el accidente nuclear y el daño relacionado con el desastre continúa en todo momento. El presente y el futuro del Japón están siendo apuntalados a través de la dedicación y el esfuerzo continuo en las zonas afectadas. ¿No deberíamos dedicar mayor consideración a estas personas con nuestro estímulo y nuestra gratitud?

 

Hay algo más que no debemos olvidar. Son los sentimientos de las personas afectadas por el desastre -y por sobre todo, de los habitantes de Fukushima- hacia sus ciudades de pertenencia. En este momento se están realizando, ciertamente, esfuerzos destinados a la reconstrucción en numerosas regiones, pero los habitantes de la zona que rodea la central nuclear en Fukushima siguen afrontando un futuro poco claro y se debaten con las preocupaciones y la intranquilidad respecto de la radiación que no ven. Recuerdo las palabras de un estudiante del secundario sobre lo que siente la gente en esta zona.

 

“Nacer en Fukushima, crecer en Fukushima y trabajar en Fukushima. Casarnos en Fukushima, tener hijos en Fukushima y criar a esos hijos en Fukushima. Ver a nuestros nietos en Fukushima, ver a nuestros bisnietos en Fukushima y terminar nuestros días en Fukushima. Ese es nuestro sueño”.

 

Estas palabras pertenecen a una obra de estudiantes de secundario de Fukushima, que fue representada en el 35° Festival Cultural Nacional de Escuelas Secundarias en Fukushima el mes pasado. Estos jóvenes han superado los sentimientos de tristeza y de enojo, de intranquilidad e impaciencia, de resignación e impotencia, y están animados por un fuerte deseo de dar un paso más hacia el mañana. ¿Ese entusiasmo joven no nos da acaso la convicción de que podemos lograr la reconstrucción en las zonas afectadas por el desastre y en Fukushima?

Es lamentable que recientemente un ministro del Gabinete haya renunciado luego de declaraciones inapropiadas carentes de compasión por las víctimas del desastre. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para prometer una vez más que el Gabinete redoblará sus esfuerzos concertados para terminar con el accidente nuclear y promover la ayuda a las víctimas del desastre, restableciendo la confianza del pueblo en el Gobierno.

 

A pesar del desastre, los acontecimientos globales siguen como antes. Las opiniones y los puntos de vista sobre Japón continúan siendo objeto de un rápido cambio prácticamente todos los días. Las voces que elogiaron el espíritu generoso de los japoneses son ahogadas por las opiniones críticas en relación a la política de Japón. Ahora estamos oyendo algunos comentarios críticos del exterior según los cuales “la postergación y la incapacidad de exhibir liderazgo político” son “el estilo japonés”. Existe un verdadero peligro de perder la confianza y el empuje que nuestro país ha ganado hasta ahora.

 

Debemos aceptar las realidades graves y difíciles que enfrentamos. También debemos superarlas. Es hora de que las ramas ejecutiva y legislativa de nuestro país cumplan con los roles que tienen asignados, para sobreponernos a la crisis que enfrentamos, proteger las vidas de las personas y restablecer la esperanza y el orgullo en Japón.

 

2. Recuperación y reconstrucción después del Gran Terremoto del Este de Japón


(Acelerar la recuperación y la reconstrucción)


De más está decir que la recuperación y la reconstrucción después del Gran Terremoto del Este de Japón son las mayores y más elevadas prioridades para mi Gabinete. Hasta el momento, el Gobierno ha trabajado en cooperación con los gobiernos locales, realizando todos los esfuerzos posibles por participar en operaciones de recuperación, como la construcción de alojamiento temporario, el retiro de escombros y el sostén de los medios de vida de las personas afectadas por el desastre. Es cierto que se han hecho avances sustanciales, en comparación con las consecuencias inmediatas del desastre, pero hemos recibido comentarios de que les faltó velocidad a los operativos y que la asistencia no está llegando a quienes la necesitan.

 

Lo que debe hacer mi Gabinete es evidente. Implementaremos cada medida específica necesaria de manera constante y segura sobre la base de las Pautas Básicas para la Reconstrucción. A tal efecto, aceleraremos los preparativos para la compilación del tercer presupuesto complementario. También trabajaremos para formular medidas como la provisión de subsidios que sean de fácil acceso para los gobiernos locales, y la creación de un sistema para zonas especiales destinado a la reconstrucción, con carácter de urgencia.

 

En cuanto a los recursos financieros para la recuperación y la reconstrucción, el principio básico es que la carga de dichos recursos no pase a la próxima generación, sino que sea compartida conjuntamente por todas las generaciones que vivimos aquí en el presente. Ante todo, nos esforzaremos por asegurar recursos a través de varias iniciativas, como reducciones en el gasto, la venta de activos nacionales y la revisión de los costos del personal de la administración pública. Además, se analizarán múltiples opciones disponibles para las medidas impositivas, por tiempo limitado y de una manera multifacética, que examine debidamente la situación económica actual y tenga en cuenta otros asuntos como elementos específicos para fijación de impuestos, el período para dichas medidas y su alcance y escala en cada año fiscal, entre otros.

 

Muy pronto presentaremos a la Dieta el borrador de un proyecto de ley para el establecimiento de la Agencia de Reconstrucción, que funcionará como un organismo que trasciende el marco actual de los múltiples ministerios y agencias, dando una respuesta integrada a los pedidos recibidos de los gobiernos locales que se han visto afectados por el desastre. Para acelerar la construcción de las regiones afectadas por el desastre, yo solicitaría a los partidos en el gobierno y la oposición que trabajen juntos en una respuesta concertada.

 

(Esfuerzos destinados a poner fin al accidente de la central nuclear y a la reactivación de Fukushima)


Poner fin al accidente de la central nuclear de electricidad es un desafío nacional. Sin la reactivación de la Prefectura de Fukushima no habrá un restablecimiento de la confianza y el empuje, en Japón. Participaremos en todos los intentos posibles para garantizar que se detenga la emisión de materiales radiactivos en la atmósfera, el suelo y los océanos. Trabajaremos en forma continua en la implementación de la Hoja de Ruta para poner fin al accidente, realizando los máximos esfuerzos para garantizar la seguridad de los trabajadores que participan en las operaciones de la central eléctrica. Acumulando conocimiento y experiencia de todo el mundo, también superaremos los problemas técnicos que estamos afrontando. Trabajaremos tenazmente para identificar las causas del accidente sobre la base de perspectivas internacionales, brindaremos una información completa sobre dichas causas y las medidas de prevención, con el fin de garantizar que no vuelva a producirse un accidente semejante.

 

El desembolso de los pagos provisorios de indemnización a las personas afectadas por el accidente es otro asunto urgente. Hay residentes de las zonas afectadas que debieron ser evacuados y han padecido incomodidades en su vida cotidiana durante un período prolongado: dueños de empresas de ganadería que enfrentaron la congoja de ver sacrificar a sus animales, productores agrícolas que se vieron forzados a tirar sus cosechas, y propietarios de pequeñas y medianas empresas (Pymes) que tuvieron que suspender sus operaciones debido a daños a su reputación infundados. Para asistir a estas víctimas del desastre que enfrentan una situación tan grave, aceleraremos las medidas para brindar una compensación justa, apropiada y pagos provisorios.

 

Con el fin de aliviar las preocupaciones, los temores de los residentes y avanzar más rápido con las iniciativas de reconstrucción, es esencial que se realicen esfuerzos a gran escala para eliminar los materiales radiactivos que ya se han dispersado y proveer medidas a prueba de fallos para atender la salud de los residentes en las cercanías de la central nuclear. En particular, daremos prioridad a los programas de gestión para la salud de niños y madres embarazadas. Incrementaremos las estructuras de inspección existentes para la producción agrícola y la carne, entre otras cosas, a fin de garantizar la seguridad y la tranquilidad espiritual relativas a los productos alimenticios que la gente consume diariamente.

 

Todavía hay áreas, sobre todo en las cercanías de la Central eléctrica Nuclear Fukushima Daiichi de TEPCO, donde los niveles de radiación se mantienen sumamente altos. Teniendo bien presentes en nuestras mentes el dolor y la desesperación de quienes se vieron obligados a abandonar sus territorios ancestrales, con la cooperación de los gobiernos locales, el Gobierno asumirá la responsabilidad por todos los sinceros esfuerzos destinados a emprender medidas de descontaminación a gran escala que eliminarán los materiales radiactivos presentes en el medio ambiente.

 

Asimismo, sobre la base de las lecciones aprendidas de este desastre, además de adoptar todas las medidas posibles para responder a los desastres naturales y accidentes a gran escala que amenazan la vida y la salud de las personas, reevaluaremos las medidas del Gobierno relativas a la preparación para desastres con el objetivo de crear un país sustentable y con resiliencia a los desastres.

 

3. Respuesta a la crisis económica global

 

Además de la recuperación y la reconstrucción después del Gran Terremoto del Este de Japón, otro tema prioritario que debe ser abordado por este Gabinete es la reconstrucción de la economía japonesa. Desde el desastre del 11 de marzo, simultáneamente se han producido problemas como la rápida apreciación del yen, las limitaciones en la provisión y la demanda de electricidad, y la inestabilidad de los mercados financieros. Japón está al borde de sufrir una gran pérdida de credibilidad nacional debido al vaciamiento de sus industrias y a su situación financiera cada vez más exacerbada.

 

(Reconstrucción de la política energética)


El primer paso para reconstruir la economía de Japón consiste en reconstruir su política energética. Continuamos enfrentando una situación en la cual la oferta y la demanda de electricidad se ven limitadas debido al accidente de la central nuclear de electricidad. Sin el suministro estable de electricidad, que es la “sangre” propiamente dicha de nuestra economía y nuestra sociedad, el fundamento del estilo de vida holgado de Japón perderá estabilidad y seremos incapaces de impulsar las actividades industriales internas.

 

Gracias a los esfuerzos de ahorro de energía de la gente este verano, no tuvimos que recurrir a cortes rotativos de electricidad. Les agradezco su sincera comprensión y cooperación. Para que Japón no tenga que verse obligado a tomar medidas de ahorro de energía, dedicaremos uno o dos años a implementar contramedidas relativas a la demanda. Al mismo tiempo, analizaremos desde cero la Política Energética Básica actual, que está vigente hasta 2030, y crearemos una nueva estrategia y un plan que estarán listos aproximadamente para el verano del año próximo. Al hacerlo, tendremos continuamente en cuenta una composición energética a mediano y largo plazo con la cual los ciudadanos puedan sentirse cómodos desde el punto de vista de la seguridad de la energía además de utilizar análisis de costos, tomando ampliamente en consideración las opiniones de grupos muy diversos de ciudadanos.

 

En lo que se refiere a la generación de electricidad, es improductivo abordar la energía nuclear como una dicotomía entre “cero energía nuclear” y la “promoción”. A mediano y largo plazo, debemos aspirar a avanzar todo lo posible hacia la reducción de nuestra dependencia de la generación de electricidad nuclear. No obstante y al mismo tiempo, reiniciaremos las operaciones en las centrales nucleares de electricidad luego de inspecciones regulares, cuya seguridad haya sido totalmente verificada y confirmada, bajo la premisa de desarrollar una relación de confianza con el gobierno local. En cuanto a la reestructuración organizativa de la regulación en materia de seguridad nuclear, la Agencia de Seguridad y Protección Nuclear pasará a ser un organismo adherido al Ministerio de Medio Ambiente y trabajará para unificar enérgicamente las regulaciones correspondientes a la seguridad de la energía nuclear.

 

La historia de la humanidad es también la historia de quienes se esforzaron por desarrollar nuevos tipos de energía. Japón, un país con pocos recursos de combustibles fósiles, debe guiar al resto del mundo construyendo una sociedad fundada en nuevas formas de energía. Japón utilizará su fuerza tecnológica avanzada para acompañar la reforma regulatoria con medidas que promuevan su difusión, transmitiendo al mundo un modelo de vanguardia en cuanto a la conservación de la energía y las energías renovables.

 

(Implementación de contramedidas enérgicas para la apreciación del yen y contra el vaciamiento industrial)


Los niveles históricos de apreciación del yen, sumados al avance de las economías emergentes y otros factores, están precipitando una crisis de vaciamiento industrial sin precedente. Las compañías exportadoras y las empresas pequeñas y medianas que lideraron la industria japonesa en el pasado están pidiendo auxilio ahora. De no hacer algo, existe la preocupación de que la fuerza de las industrias internas disminuya y se pierdan empleos. Si eso sucede, superar la deflación y reconstruir las zonas afectadas serán tareas considerablemente más difíciles.

 

Países de Europa, Estados Unidos y Asia libran una batalla por la radicación de empresas con esfuerzos nacionales para atraer empresas a sus países. Para que Japón evite el vaciamiento de sus industrias y mantenga el empleo interno, debemos trabajar juntos con el Banco del Japón, que maneja la política monetaria, para utilizar todos los medios que la política pone a nuestra disposición. Primero, utilizaremos fondos de reserva y el tercer presupuesto complementario para implementar contramedidas económicas de emergencia, que incluyan el aumento enérgico de los subsidios para la radicación de empresas. Además, aprovecharemos los méritos del yen que se aprecia para apoyar a empresas japonesas en la compra de empresas extranjeras y la adquisición de participaciones relacionadas con recursos.

 

(Alcanzar tanto el crecimiento económico como la salud fiscal)


Antes del desastre del 11 de marzo, la mitad del ingreso nacional de Japón dependía de los bonos del Estado y la deuda nacional corría el riesgo de alcanzar mil billones de yenes. El desastre profundizó aún más el nivel de crisis de las finanzas públicas, lo cual dejó a Japón en la peor situación entre los grandes países avanzados. En este momento, la credibilidad nacional de Japón está siendo seriamente cuestionada, no podemos seguir manejando las finanzas públicas cubriendo deuda vieja con deuda nueva. ¿Tenemos derecho a imponer más deuda a las futuras generaciones, que ahora no pueden hablar por sí mismas? La responsabilidad de los políticos actuales está en tela de juicio.

 

La reconstrucción financiera no es de ninguna manera un problema simple que pueda resolverse en forma directa. Existe el camino de recortar gastos, que se logra haciendo que la política y la administración gubernamental sean más eficientes. También está el camino de aumentar los ingresos que se alcanza revitalizando la economía y las vidas acomodadas de los ciudadanos. En tanto llevamos a cabo todos los esfuerzos por aplicar estos dos caminos, también está el camino de la reforma del ingreso para lo cual debemos pedir a los ciudadanos que soporten una carga mayor para no crear problemas a las futuras generaciones. Debemos avanzar sin perder de vista ninguno de los tres caminos y eso representa una travesía difícil.

 

El crecimiento económico y la salud fiscal deben avanzar al unísono como dos ruedas del mismo vehículo. A tal efecto, se acelerarán los esfuerzos por concretar la Nueva Estrategia de Crecimiento formulada el año pasado y se afinará una estrategia que tenga en cuenta las circunstancias después del desastre con el objetivo de compilar una estrategia para revitalizar a Japón, a fin de año.

 

Como concreción de estas estrategias y para que el Gobierno actúe como “torre de control” supervisando las políticas nacionales importantes, reuniremos el conocimiento de los sectores industrial, gubernamental y académico, consolidaremos las estructuras de reunión existentes y estableceremos una nueva estructura de reunión, que administraré yo mismo.

 

El dinamismo de las compañías privadas, como las pequeñas y las medianas empresas, es el que conducirá al crecimiento económico de Japón. Desarrollaremos un entorno que facilite generar nuevas industrias y amplias oportunidades de empleo principalmente en el sector de la energía ambiental, que también está conectado con la solución del problema del calentamiento global, y el sector ligado a la salud, un sector de gran demanda debido a la sociedad longeva de Japón. Además, para profundizar las relaciones con los mercados extranjeros en crecimiento, promoveremos estratégicamente asociaciones económicas y llevaremos adelante un desarrollo de mercados en un esfuerzo concertado entre los sectores público y privado, intensificando a la vez los esfuerzos por atraer conocimiento, experiencia y financiamiento del exterior.

 

La idea de que la “agricultura es la base de un país” continúa viva en la actualidad. Los alimentos sustentan y nutren la vida. En razón de que los consumidores exigen un elevado nivel de seguridad y tranquilidad, los sectores de agricultura, forestación y pesca podrían posiblemente convertirse en sectores de crecimiento que asuman el liderazgo en la nueva era. Mediante las iniciativas para revitalizar la agricultura, el sector central en las zonas afectadas de la región de Tohoku, como portal, se compilarán medidas concretas para revitalizar velozmente las industrias agrícola, forestal y pesquera de conformidad con las recomendaciones a largo plazo del Consejo para la Reactivación de las Industrias de la Alimentación, la Agricultura, la Forestación y la Pesca.

 

Además, las oficinas de correos son un pilar de la infraestructura social que apoya a las comunidades rurales. Yo trabajaré para asegurar que el proyecto de la Ley de Reforma Postal se sancione rápidamente para que las oficinas de correos puedan brindar los servicios básicos de las tres ramas en forma unificada como bases para crear vínculos entre los habitantes de cada comunidad.

 

El Gobierno también continuará promoviendo la reforma para aumentar la soberanía local.

 

4. Un Japón con esperanza y orgullo

 

Además de superar las “dos crisis” del Gran Terremoto del Este de Japón y la crisis económica mundial, debemos invertir en el futuro de Japón para ser un país lleno de promesa, un país donde todas y cada una de las personas sientan orgullo y estén agradecidas por haber nacido aquí.

 

(El renacimiento de una amplia clase media y de la reforma de la seguridad social)


En otros tiempos, a Japón se lo identificaba generalmente con un país donde todos los habitantes pertenecían a la clase media. Respaldada asimismo por uno de los mejores sistemas de seguridad social del mundo, la numerosa clase media había sido la base del desarrollo económico y la estabilidad social. Sin embargo, la caída de la tasa de natalidad y el envejecimiento de la población avanzaron rápidamente, el empleo y los modelos familiares se han transformado considerablemente en la actualidad, y la “red de seguridad de la vida” del sistema de seguridad social también comenzó a mostrar algunas lagunas. Entre quienes pertenecían a la clase media, ahora hay más gente con dificultades para salir adelante.

 

Darnos por vencidos podría terminar a la larga en desesperación, después en enojo y luego en el desmoronamiento de la estabilidad de la sociedad japonesa desde su núcleo. La “esperanza” y el “orgullo” no saldrán a la luz a menos que podamos recuperar un Japón que tenga “calidez” en vez de “desesperación y enojo”.

 

El sistema de seguridad social debe ser tal que se adapte a todas las generaciones y que todas las generaciones consideren justo.

 

Específicamente, necesitamos fortalecer las medidas de apoyo para la generación más joven llevando adelante una asistencia integral para los niños y la crianza de los hijos, lo cual incluye la provisión de la asignación por hijo acordada entre las tres partes del Partido Democrático del Japón (PDJ), el Partido Liberal Democrático (PLD), y el partido Nuevo Komeito y el establecimiento de un marco para la unificación de las guarderías y los jardines de infantes. Otro reto importante es eliminar cualquier preocupación relativa a los sistemas de atención de la salud y de enfermería, y proveer servicios de calidad con eficiencia adaptados a la situación de la comunidad. Asimismo, ante las perspectivas de una población con una menor fuerza de trabajo, debemos mejorar la tasa de empleo de los jóvenes, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidades. Debemos llegar a hacer realidad una sociedad en la que todos participen, en la que todo el que tenga voluntad de trabajar pueda trabajar. Y debemos crear una red de seguridad confiable para cuidar que nadie caiga en el ciclo de la pobreza.

 

En junio de este año, se compiló luego de mucho debate, el borrador final del proyecto del Gobierno y el partido gobernante para la reforma integral de los sistemas impositivo y de seguridad social. Con este plan como base, los partidos en el gobierno y la oposición llevarán a cabo reiteradas discusiones sinceras. Nos proponemos presentar la legislación pertinente durante el próximo período ordinario de sesiones de la Dieta. Para que los partidos en el gobierno y la oposición tengan un diálogo abierto y puedan llegar a un acuerdo sobre la sanción de la legislación, solicito sinceramente la participación de los miembros de todos los partidos y grupos parlamentarios en las discusiones sobre la política relativa a la reforma integral de los sistemas de seguridad e impositivo.

 

(La aspiración a participar activamente en el exterior y colaborar con la comunidad internacional y con toda la humanidad)


Hay otra cosa importante para que el pueblo japonés recupere la “esperanza” y el “orgullo”: no mirar sólo hacia adentro y tener la aspiración de participar activamente en el exterior. Desde la Restauración Meiji, nuestros antepasados allanaron el camino a la prosperidad desafiando con audacia al mundo. Creo que hay cosas que sin lugar a duda sólo los japoneses podemos hacer para resolver los problemas que enfrenta la comunidad internacional y contribuir al futuro de toda la humanidad. Para llevar adelante la aspiración de convertirnos en pioneros de una nueva era entre los jóvenes, procederemos al desarrollo de recursos humanos, por ejemplo, generando recursos humanos globales, y educaremos para desarrollar la capacidad de las personas para aprender y pensar por sí mismas. Por otra parte, estaremos analizando políticas destinadas a abrir las fronteras de un nuevo Japón, con el establecimiento, entre otras cosas, de un nuevo modelo de desarrollo de la comunidad que apunta a lograr prósperos “furusato” (tierras natales), el desarrollo de zonas marítimas que son en principio un reservorio de recursos marinos y el establecimiento de un plan estratégico para promover el desarrollo y el uso del espacio.

 

(Restauración de la confianza en la política y la gestión de gobierno)


El país no puede funcionar sin la confianza del pueblo en la política y la gestión de gobierno. Nos esforzaremos por restaurar la confianza a través de la generación de resultados tangibles en la reforma administrativa y la reforma política. Poco después del fin de la guerra en 1946, se aprobó ya una decisión del Gabinete que prometía revitalizar completamente el funcionamiento del gobierno para aumentar la confianza de la gente. Pese a haber transcurrido más de 60 años desde esa decisión del Gabinete, el proceso de revitalización del gobierno sigue estando a mitad de camino. Trabajaremos para eliminar el despilfarro en el gasto y las ineficiencias en la gestión de gobierno y para fortalecer las funciones de gobierno verdaderamente necesarias. Estos esfuerzos de revitalización del gobierno deben ser continuos y fortalecidos en forma continua. Mejoraremos los métodos de revisión de programas públicos (“shiwake”) que venimos emprendiendo desde el cambio de gobierno.

 

Por otra parte, el Gobierno y el partido gobernante retornarán a su objetivo original de “priorizar las vidas de las personas” y realizar esfuerzos concertados para luchar contra los intereses creados y llevar a cabo una serie de reformas administrativas.

 

Con el fin de que los empleados públicos del país puedan demostrar verdaderamente sus capacidades para atender a las necesidades de la gente y desempeñar servicios públicos eficientes y de calidad, nos esforzaremos por lograr una sanción pronta de la legislación vinculada a la reforma del sistema de empleados públicos nacionales. Además de recortar los costos de personal de los empleados públicos nacionales, llevaremos a cabo esfuerzos por materializar la reforma del sistema de administración pública.

 

Nuestra máxima prioridad en la reforma política es corregir la diferencia de peso ligada a un voto, que es actualmente una violación de la Constitución. Espero que se lleven a cabo discusiones serias entre los partidos en el gobierno y la oposición con respecto a los mecanismos del sistema de elección, incluido el tema del número de miembros de la Dieta.

 

5. La política exterior y de seguridad nacional que aborda las nuevas exigencias de la época


(Cambios en la situación global y en el entorno de seguridad que rodea a Japón)


La situación global que rodea a Japón continúa cambiando a diario, aun después del reciente desastre. La presencia global de las economías emergentes crece y en respuesta a las nuevas exigencias de la época, generadas por la multi-polarización, es vital que la política exterior de Japón responda con solidez a dichos cambios.

 

También hay una falta cada vez mayor de transparencia en el entorno en materia de seguridad que rodea a Japón. En semejante situación, es responsabilidad del Gobierno crear en tiempos de paz un sistema que sea capaz de responder velozmente a cualquier crisis que pueda sobrevenir para garantizar la paz regional y la estabilidad, así como también la seguridad de las personas. De conformidad con las nuevas Directivas del Programa de Defensa Nacional que se formularon a fines del año pasado, Japón mejorará su preparación, su movilidad y trabajará para desarrollar una fuerza de defensa dinámica, respondiendo de esa manera al nuevo entorno en materia de seguridad.

 

(Profundizar y desarrollar la alianza Japón-Estados Unidos)


La alianza Japón-Estados Unidos continúa siendo la piedra angular de la diplomacia y la seguridad nacional japonesa, y también un activo compartido públicamente que fomenta la estabilidad y la prosperidad, no sólo de la región Asia-Pacífico sino también del mundo.

 

La importancia de la relación de la alianza Japón-Estados Unidos que ha sido fortalecida a lo largo de más de medio siglo fue reconfirmada durante el desastre, a través de la “Operación Tomodachi”. Además de actuar rápidamente para construir relaciones de confianza a nivel de los líderes, trabajaremos para profundizar la alianza Japón-Estados Unidos en distintos niveles, concentrándonos sobre todo en la seguridad, la economía y los intercambios culturales y de recursos humanos, ahondando y desarrollando de esa forma una relación de alianza que sea apropiada para el siglo XXI.

 

En lo que se refiere al tema del traslado de la Base Aérea Futenma, conforme el acuerdo Japón-Estados Unidos, es importante evitar una situación en la cual la Base Aérea quede fija en su ubicación actual y asegurar que la carga sobre Okinawa sea aliviada. Haremos todos los esfuerzos necesarios en ese sentido, explicando a la vez la situación con sinceridad a los habitantes de Okinawa para solicitar su comprensión. También implementaremos activamente medidas para la revitalización de Okinawa.

 

(Fortalecer las relaciones bilaterales con los países vecinos)


Cabe esperar que la región Asia-Pacífico continúe siendo un centro de crecimiento global en el futuro y Japón naturalmente seguirá fortaleciendo las relaciones políticas y económicas con los países de la región y también profundizará los intercambios en los aspectos culturales. En tanto miembro de la región, nuestro país realizará esfuerzos por crear confianza y asegurar relaciones robustas.

 

En las relaciones entre Japón y China, con miras al 40° aniversario de la normalización de las relaciones entre nuestros dos países, el año próximo, trabajaremos para promocionar una cooperación específica en una amplia gama de áreas. En tanto, trataremos de que China desempeñe un rol adecuado acorde con sus responsabilidades como miembro de la comunidad internacional con una mayor transparencia y trabajaremos para profundizar nuestra relación estratégica de mutuo beneficio.

 

En las relaciones entre Japón y la República de Corea (ROK), fortaleceremos aún más las relaciones, sobre la base de una visión orientada hacia el futuro para los próximos cien años. En las relaciones con Corea del Norte, en cooperación con otros países y sobre la base de la Declaración DIPRK Pyongyang, Japón se propone normalizar sus relaciones diplomáticas con Corea del Norte a través de la resolución integral de los problemas principales, como los secuestros, el problema nuclear y de los misiles, y saldar el infortunado pasado. En cuanto al tema de los secuestros, se trata de un problema grave que tiene que ver con la soberanía nacional y como responsabilidad del Estado, no escatimaremos esfuerzos para lograr el retorno de todos los secuestrados a Japón lo antes posible.

 

En las relaciones con Rusia, además de seguir adelante con los esfuerzos tenaces por resolver el problema de los Territorios del Norte, que son de máxima preocupación, trabajaremos para desarrollar una relación adecuada como socio en la región Asia-Pacífico.

 

(Conexión en un mundo multipolar)


Para cultivar vínculos de confianza con cada país en un mundo multipolar, será necesario reunir mucha fuerza para resolver los desafíos que el mundo enfrenta en común. Estos “kizuna” – vínculos de amistad – deben ampliarse y expandirse en múltiples niveles de la sociedad y en distintos organismos de los sectores público y privado.

 

Un ejemplo de estos esfuerzos basados en “kizuna” es la recuperación y la reconstrucción derivadas del Gran Terremoto del Este de Japón.

 

Las regiones afectadas por el desastre han recibido incontables ejemplos de cálido apoyo de países de todo el mundo. Puede decirse que esta asistencia es uno de los frutos significativos de la contribución de Japón a la comunidad internacional durante el período de posguerra y la confianza que el mundo deposita en nosotros. Japón es el único país del mundo que sufrió la devastación de un bombardeo atómico y también es un país que ha sufrido el desastre reciente sin precedente. Además de seguir encabezando a los países para exhortar al desarme nuclear y la no proliferación nuclear, Japón debe restituir la amabilidad que el mundo le ha demostrado compartiendo las lecciones y el conocimiento que hemos adquirido en las áreas de seguridad nuclear y prevención de desastres con otros países.

 

Los esfuerzos por fortalecer las conexiones entre países en los aspectos económicos se denominan “cooperación económica”. Como parte de dicha cooperación, los retos esenciales son los esfuerzos por garantizar el crecimiento en la economía global y evitar el vaciamiento de la industria. Sobre la base de la “Política Básica para Asociaciones Económicas Integrales” daremos pasos estratégicos para celebrar acuerdos de asociación económica de alto nivel (EPA).

 

En términos específicos llevaremos adelante las negociaciones de EPA con la República de Corea y Australia, y nos proponemos iniciar negociaciones a corto plazo para una EPA Japón-Estados Unidos y una EPA Japón-China-República de Corea. Además, con respecto a la participación en la negociación del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), realizaremos discusiones con miras a llegar a una conclusión lo más pronto posible.

 

En lo que se refiere a las medidas relacionadas con temas como proteger los recursos naturales y la energía así como un suministro estable de alimentos, procederemos activamente con la diplomacia económica. Además, con respecto a distintos problemas globales, como la asistencia a los países en desarrollo y una respuesta a las negociaciones internacionales sobre cambio climático, una respuesta a la situación en Medio Oriente y el Norte de África, y medidas para Estados frágiles, Japón continuará realizando un aporte activo.

 

6. Comentarios finales

 

La política se centra en trabajar con tenacidad para generar soluciones realistas a los problemas, coordinando a la vez intereses y valores contradictorios. La esencia de la democracia parlamentaria reside en crear consenso basado en un diálogo y un entendimiento cuidadosamente forjados.

 

Con la administración anterior, encontramos ya una serie de soluciones a través del diálogo reiterado. Teniendo en cuenta las limitaciones que nos impone una Dieta dividida, este es un momento apto y oportuno para reflexionar acerca de la naturaleza legítima de la rama legislativa del gobierno, a saber, el objetivo de obtener consenso a través de la discusión.

 

A los honorables miembros de la Dieta reunidos aquí, en representación de sus electores, y al pueblo de Japón, quiero reiterarles lo siguiente.

Para hacer renacer a Japón de esta crisis histórica nacional, ¿no necesitamos acaso reunir y concentrar ahora todo el potencial latente en nuestro país? Los miembros del Gabinete realizarán esfuerzos concertados por cumplir con sus responsabilidades. Los miembros de la burocracia demostrarán sus máximas capacidades como expertos en sus áreas. Los partidos en el gobierno y la oposición entablarán discusiones y un diálogo a fondo y darán todo por identificar un terreno de coincidencia. ¿No es tiempo de que el Gobierno, las corporaciones y cada individuo, es más, cada persona en el país, nos pongamos de acuerdo y aunemos nuestros esfuerzos para enfrentar la crisis?

Estaré al frente en el Gabinete escuchando atentamente las voces y el clamor profundo de todas y cada una de las personas del país. Me conduciré con un “espíritu sincero e intención justa”. Únicamente me dedicaré al pueblo de Japón y, para superar la crisis que afrontamos y resolver los problemas que aquejan a Japón desde hace muchos años, estoy decidido a no escatimar ningún esfuerzo avanzando con tenacidad y persistencia, un paso por vez.

 

Concluyo mi discurso sobre la política general reiterando mi exhortación al entendimiento y la cooperación de mis compatriotas.