El nuevo compromiso del Japón con Asia:
Hacia la materialización de una Comunidad del Este Asiático

Discurso de Su Excelencia, Dr. Yukio Hatoyama, Primer Ministro Del Japón

 

15 de noviembre de 2009, Singapur.

 

1. Saludos

 

Su Excelencia, Viceprimer Ministro y Ministro de Defensa Teo Chee Hean, Su Excelencia, Embajador y Decano de la Facultad de Estudios Internacionales S. Rajaratnam, Sr. Barry Desker,
Distinguidos invitados,
Señoras y señores,

 

Acaba de concluir exitosamente la Cumbre de líderes de la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico) bajo la estimada presidencia de Su Excelencia el Primer Ministro Lee Hsien Loong. Llego a esta conferencia inmediatamente después. Me siento muy honrado de poder hablarles sobre la política del nuevo gobierno japonés con respecto a Asia. Agradezco especialmente al Viceprimer Ministro y Ministro de Defensa Teo por actuar hoy como moderador.

 

2. Asia y Japón

 

Hoy, la importancia de Asia está fuera de toda discusión.

 

El mundo se vuelve cada vez más multipolar. Si analizamos el poder económico sobre este telón de fondo, vemos que, en 2008, los países de ASEAN + 6 produjeron aproximadamente el 23% del Producto Bruto Interno del mundo, en tanto que las economías de la APEC representaron más del 52%. Es probable que estas cifras se incrementen. Como todos saben muy bien, en Asia, la integración regional está avanzando en la economía real. Al mismo tiempo, un hecho interesante es que Asia está prosperando hacia su apertura al resto del mundo. Debería estimularnos el hecho de que los países de ASEAN, China, la República de Corea y otros hayan comenzado a desempeñar un papel constructivo en la región y en toda la comunidad internacional trabajando conjuntamente para fomentar su desarrollo económico.


Por supuesto, el desarrollo de Asia no deja de tener sus problemas. En este sentido, la presencia de los Estados Unidos ha desempeñado y continuará desempeñando un papel importante en lo que se refiere a asegurar la paz y la prosperidad de Asia, incluido Japón. Esta es una de las principales razones por las que Japón continúa considerando la alianza Japón-Estados Unidos como el eje de su política exterior. El Presidente Obama y yo hemos acordado profundizar aún más nuestra alianza. Ayer, el Presidente Obama pronunció un discurso en Tokio y reafirmó el compromiso estadounidense con Asia. Junto con ustedes, me gustaría acoger con agrado este compromiso.

 

Japón es una nación muy singular en Asia. Entre los países asiáticos, Japón fue el primero en alcanzar la modernización. Está dotado de una tecnología excelente y una economía madura. La sociedad japonesa también está dotada de valores dignos de orgullo, como la diligencia y el trabajo en equipo. El Ministro Mentor, Su Excelencia Sr. Lee Kuan Yew escribió al respecto en su autobiografía. Japón también tiene una larga historia de democracia parlamentaria. Como ustedes bien saben, hace alrededor de dos meses, el pueblo japonés optó por un cambio de gobierno, abriendo una nueva página en la historia de la democracia del Japón.

 

La singularidad del Japón no se limita, sin embargo, a estos aspectos. Japón empezó a enfrentar los “desafíos posteriores al crecimiento económico” mucho antes que numerosos países asiáticos. Su tasa de natalidad en disminución, el envejecimiento de su población y el desarrollo de la urbanización coincidente con el despoblamiento de las zonas rurales son apenas unos ejemplos de estos desafíos. Después de mucho ensayo y error, Japón ha desarrollado el conocimiento y la experiencia necesarios para hacer frente a estos desafíos.


Es importante señalar que casi todos los países enfrentarán desafíos similares tarde o temprano. Cuando aborden sus propios “desafíos posteriores al crecimiento económico”, podrán aprovechar la reserva de conocimiento de Japón como si se tratara de bienes públicos. Experimentar adversidades antes que otros países es uno de los puntos fuertes del Japón, que a su vez ayuda a fortalecer a Asia.


Por esa razón, creo que si Japón coopera con otros países asiáticos, verdaderamente cualquier desafío puede ser superado.

 

3. Promover la iniciativa para una comunidad del Este Asiático

 

El nuevo gobierno del Japón ha expresado que concede gran importancia a la diplomacia asiática. El principal pilar de esta política es la iniciativa para una “comunidad del Este Asiático”.


El concepto que impulsa mi iniciativa para una comunidad del Este Asiático proviene de la filosofía del “yu-ai”. Personalmente valoro mucho esta filosofía del “yu-ai”- “yu-ai” se traduce normalmente como “fraternidad”. Dentro del “yu-ai”, las personas respetan la libertad y la dignidad humana de los otros así como respetan su propia libertad y dignidad humana. En otras palabras, “yu-ai” significa no sólo la independencia de las personas sino también su coexistencia.


Desde que comencé mi carrera en la política, constantemente me he preguntado a mí mismo si podíamos encontrar formas de crear un vínculo de “yu-ai” entre Japón y otros países asiáticos, y más ampliamente entre los países del Asia-Pacífico. Fijé este objetivo porque en la región no necesariamente existe una convicción de haber alcanzado la reconciliación en el verdadero sentido de la palabra. Esta es la situación actual, pese a que ya han pasado mas de 60 años desde que Japón causó un daño y un sufrimiento enormes a los habitantes de muchos países, particularmente a los habitantes de países asiáticos.

 

Ahora, volvamos nuestros ojos hacia Europa. Europa tuvo la experiencia desastrosa de dos guerras mundiales. Pero Alemania y Francia, otrora enemigos feroces, han incrementado su cooperación de manera espectacular. Comenzó con el establecimiento de un mercado común para la producción de carbón y acero. Luego, a través de más intercambios entre las personas, pudieron establecer una comunidad de facto. Ahora, es impensable que haya guerras entre unos y otros. Estos esfuerzos se centraron inicialmente en Alemania y Francia. Sin embargo, continuaron a través de distintos avatares a lo largo de los años y finalmente derivaron en la creación de la Unión Europea. La idea central de mi iniciativa para la “comunidad de Asia Oriental” se funda en la reconciliación y la cooperación en Europa.


En mi iniciativa, propongo que los países que comparten una visión común fomenten la cooperación en distintas áreas. Ésta se basaría en el principio de una “cooperación regional abierta”. De ese modo, nuestra región desarrollaría una red de comunidades funcionales a niveles múltiples. Concedo la mayor importancia a la promoción de una cooperación concreta en una amplia gama de áreas como el comercio, la inversión, las finanzas y la educación. Luego lo explicaré con más detalle.


Al cooperar, fijaremos nuestras propias normas, trabajaremos juntos, compartiremos nuestra sabiduría, y respetaremos las normas que hemos elaborado. Por ende, seremos capaces, no sólo de lograr beneficios prácticos, sino también de desarrollar una confianza mutua
.

 

Aquí, me gustaría mencionar algunos ejemplos de la cooperación que considero importantes.

 

En primer lugar, necesitamos cooperar para prosperar juntos.


Las experiencias de Europa y de ASEAN muestran que desarrollar lazos comerciales favorece, en principio, la cooperación. Los acuerdos de asociación económica (EPA) y los tratados de libre comercio (TLC) constituyen formas efectivas de promover dichos lazos económicos en la región bajo un mismo conjunto de normas.


Japón tiene acuerdos de asociación económica con un total de diez países y una región. Comprenden acuerdos con siete países miembros de ASEAN y ASEAN en su conjunto. No obstante, estos acuerdos resultan insuficientes para “abrir a Japón” totalmente. Para seguir adelante, aceleraremos las negociaciones de EPA con la República de Corea, India y Australia y nos concentraremos en las posibilidades de negociaciones de EPA también con otros países. También participaremos activamente en los debates por la “Asociación Económica Integral del Este Asiático” (CEPEA) entre los países de ASEAN + 6, así como los relativos al Área de Libre Comercio de Asia-Pacífico (FTAAP) entre las economías de APEC.

 

Segundo, necesitamos cooperar para preservar al “Asia Verde”.


Ningún país de la Tierra puede escapar a la amenaza que representa el cambio climático.


Japón fijó una meta de reducción de los gases de efecto invernadero del 25% para 2020, en relación al nivel de 1990. Este objetivo parte de la premisa de establecer un marco y un acuerdo internacional justo y efectivo en cuanto a objetivos ambiciosos de reducción de las emisiones por parte de todas las grandes economías. En este momento, están en marcha negociaciones para la próxima conferencia de la ONU sobre el clima (COP 15). Para bien de las futuras generaciones, debemos asegurar el éxito de esta Conferencia.


Todos sabemos que el crecimiento por sí solo no hará feliz a la gente y no será sustentable. Japón experimentó una contaminación del aire y un deterioro ambiental grave durante su período de rápido crecimiento económico. En la actualidad, los ríos están siendo contaminados y en muchas partes de Asia los manglares están siendo destruidos.


Deseo, desde lo más profundo de mi corazón, que los habitantes de los países en desarrollo lleven adelante reducciones de los gases invernadero sobre la base de “responsabilidades comunes pero diferenciadas”. Al hacerlo, contribuirán a enfrentar el cambio climático alcanzando a la vez un desarrollo sustentable. Pueden aprovechar las tecnologías avanzadas de ahorro de energía, los sistemas de redes eléctricas inteligentes (Smart Grid), las técnicas de purificación del agua y otras tecnologías protectoras del medio ambiente que son propiedad de empresas japonesas.

 

Tercero, necesitamos cooperar para proteger vidas humanas.


En los treinta años transcurridos hasta 2007, más de 1,3 millón de asiáticos murieron en desastres naturales. Enfermedades infecciosas como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), la gripe aviar y la nueva gripe A-H1N1 se propagaron violentamente a traves de las fronteras nacionales. No sería una exageración decir que en esta parte del mundo, los desastres naturales y las enfermedades infecciosas representan una amenaza para la seguridad humana mayor que la guerra.


Hemos asistido a terremotos devastadores como el Gran Terremoto de Hanshin-Awaji y los que sacudieron a Sumatra y Java. Hemos visto a nuestra región castigada por monzones y tifones en reiteradas oportunidades. Cada vez que se han producido desastres naturales importantes, hemos ayudado y nos han ayudado. La imagen de los esfuerzos de rescate realizados por ONG y voluntarios abnegados ha quedado grabada en mi mente. Deberíamos preguntarnos si podemos ayudarnos más seguido y en forma más extensa.

 

Japón hará una contribución activa, por ejemplo, para alentar a los gobiernos y a otras organizaciones a registrar sus activos humanos y materiales para el alivio de desastres. De esa manera, podremos llevar a cabo actividades de rescate más veloces y efectivas en caso de emergencias. Será un paso importante hacia el establecimiento de un nuevo marco de referencia para responder a las catástrofes.


En el campo de los servicios sanitarios, el año que viene Japón despachará un barco de la Fuerza Marítima de Autodefensa como “barco yu-ai”. Este navío no solamente llevará oficiales de la Fuerza de Autodefensa sino también miembros de ONG`s y otras entidades del sector privado y de la sociedad civil. Su misión será prestar servicios médicos y ampliar las actividades culturales en la región del Pacífico y el Sudeste asiático. De esa manera, Japón participará en la iniciativa de “Asociación del Pacífico” lanzada por los Estados Unidos en 2007. Japón trabajará conjuntamente con Estados Unidos, Australia, Indonesia y otros países participantes. Juntos, contribuiremos a mejorar el bienestar de los habitantes locales.

 

Cuarto, necesitamos cooperar para crear un “mar de la fraternidad”. La región asiática está conectada por muchos mares. Y la mayor parte del comercio regional depende de las rutas marítimas. La creación de un “mar de la fraternidad” en esta región generará paz y prosperidad en la región en su conjunto. En lo que se refiere a programas multilaterales conjuntos en esta área, Japón, por ser un país marítimo, cuenta con el know-how y los activos necesarios para mantener la paz en el mar.


Por ejemplo, podemos cooperar más para contrarrestar la piratería. La cooperación regional existente en el Sudeste de Asia, incluido en el Estrecho de Malacca, ya se ha convertido en un modelo para muchos países. ¿Por qué no extendemos estos esfuerzos a otras regiones? Muchos países de Asia-Pacífico, como Japón, Estados Unidos, China, la República de Corea, Australia, India, Malasia y Singapur, están participando actualmente en actividades para combatir la piratería frente a la costa de Somalia. Podemos trabajar aún más estrechamente juntos también en estas áreas.


El Este de Asia ha quedado rezagado en cuanto a esfuerzos conjuntos para prevenir accidentes marítimos y aliviar las tensiones. Es importante que los países de la región promuevan una cooperación concreta, como por ejemplo, firmando acuerdos sobre búsqueda y rescate, en caso de accidentes marítimos.

 

La cooperación para nuestra región no tiene por qué limitarse a estas áreas. También podemos trabajar juntos en campos como el desarme y la no proliferación nuclear, los intercambios culturales, la seguridad social y temas urbanos. También puede darse la oportunidad de discutir una posible cooperación política en el futuro.


Países con la voluntad y el potencial de cooperar en un campo específico pueden llegar a optar por participar inicialmente en proyectos, y al dar fruto sus esfuerzos, otros países podrían sumarse más tarde.

 

Señoras y señores,

 

¿Qué les parecen estas ideas? Después de escuchar mis opiniones hoy, tal vez todavía deseen preguntar quiénes serán los integrantes de mi iniciativa para una comunidad de Asia del Este.
Mi respuesta a eso es – los que compartan estos ideales y estos sueños.

 

4. Conclusión

 

Por último, me gustaría referirme a mi idea acerca de “la clave más importante para promover la iniciativa de una comunidad de Asia Oriental”. Esa clave es la gente.


Los productos japoneses se han difundido a otros países asiáticos y las importaciones japonesas del resto de Asia se han incrementado. No obstante, los mayores volúmenes de intercambio comercial no llevarán por sí solos a la comprensión mutua. El “contacto persona a persona” será la única manera de ayudarnos a comprendernos unos a otros. También es importante que nos informemos juntos sobre la tecnología y las herramientas que compartiremos a medida que vayamos avanzando. Es así como podemos comenzar la cooperación en una variedad de campos.


Hay muchas cosas que Japón puede hacer para favorecer los intercambios de pueblo a pueblo en la región. En un programa, Japón invita cada año a 6.000 jóvenes de países del Este asiático. El gobierno japonés lanzó este proyecto en 2007, y lo continuaremos en los próximos años. También estamos decididos a ampliar la posibilidad de transferir créditos de manera intercambiable entre universidades. Asimismo, duplicaremos nuestros esfuerzos para armonizar los criterios de evaluación entre las universidades de la región.


En esta región, los países de ASEAN + 6 abarcan a más de 3.200 millones de personas y las economías de APEC incluyen a 2.700 millones de personas. La energía de estas poblaciones diversas es grandiosa. Estoy seguro de que surgirán capacidades y conocimientos nuevos e inimaginables si los habitantes – todos los diferentes habitantes – que habitan esta región aprovechan la oportunidad para conocerse cruzando las fronteras nacionales.


Hoy, estoy en Singapur. Este país ofrece un excelente ejemplo de cómo la apertura al mundo puede traer aparejada una sociedad dinámica y próspera. Aquí también percibo las infinitas posibilidades para el “regionalismo abierto” de APEC.


Espero que las personas, sea cual sea su condicione de vida en esta zona, cooperen más estrechamente de diferentes maneras. Espero que discutamos plenamente entre nosotros qué clase de comunidad queremos construir en esta región. También espero que trabajemos juntos para construir una nueva Asia para el futuro.

 

Señoras y señores,

 

El año que viene, Japón presidirá APEC. Espero que aprovechen esa oportunidad para visitar Japón.
Japón tiene nieve. Japón tiene aguas termales.
Japón tiene habitantes de buen corazón y los esperan para darles la bienvenida.
El año que viene, espero ansiosamente recibirlos en Japón.