Discurso pronunciado por el Primer Ministro Taro Aso sobre políticas generales en la 171° sesión de la Dieta

 

28 de enero de 2009

 

En 2009 iniciamos el vigésimo primer año de la era Heisei. De manera que ya pasaron veinte años desde la accesión al trono de Su Majestad el Emperador. Junto con el pueblo del Japón, le hago llegar mis más sinceras felicitaciones.

I. ¿A qué sociedad aspiramos?
El mundo se halla en este momento al borde de una nueva era. En este proceso, Japón debería contribuir a la creación de un nuevo orden. A su vez, Japón mismo debe pilotear con éxito los cambios en estos tiempos. Deberíamos aspirar a “una sociedad de tranquilidad espiritual y de vitalidad”.

¿Cómo debe contribuir Japón a la creación de un nuevo mundo? Y, ¿qué debemos hacer para construir un nuevo Japón? Quiero proponer mis ideas respecto de estas cuestiones.

 

Aportes a la creación de un Nuevo Orden

 

Suele decirse que la crisis financiera actual es uno de esos hechos que se producen una vez en un siglo. Sin embargo, una crisis es también una oportunidad. Según cómo la manejemos, una crisis alimenta la turbulencia o abre el camino hacia una nueva era.

 

No debemos olvidar las lecciones de la Gran Depresión de 1929. Los países de todo el mundo antepusieron sus intereses nacionales a todo lo demás y se acantonaron en el proteccionismo. Eso generó una contracción de la economía global y también llevó a la Segunda Guerra Mundial.

 

Habiendo aprendido de esto, los países desarrollaron relaciones de cooperación después de la Guerra y la economía mundial continuó su crecimiento durante medio siglo. Sin embargo, ahora que nuestra economía se ha globalizado en un grado que supera considerablemente las expectativas, la actual crisis ha puesto en evidencia las limitaciones de las estructuras existentes.

 

En la cumbre financiera llevada a cabo en Washington, DC, en noviembre pasado, expliqué a los otros dirigentes cómo había sido la última crisis financiera en Japón y la experiencia por la que pasó superándola. Exhorté a fortalecer las funciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y anuncié el aporte de Japón a través del ofrecimiento de un préstamo máximo de US$ 100.000 millones al Fondo. Además, defendí los siguientes puntos: primero, la importancia de la colaboración internacional en lo que se refiere a la supervisión y regulación de las entidades financieras, y segundo, la importancia de expandir el comercio global y la economía global, evitando al mismo tiempo una caída en el proteccionismo.

 

Estas propuestas están siendo llevadas adelante en este momento con el apoyo de los otros países. Japón, como segunda economía mundial, debe contribuir activamente en la creación de nuevas reglas para la economía global. Naturalmente, ese papel no debe limitarse a la economía. Han transcurrido veinte años desde el fin de la Guerra Fría entre Oriente y Occidente. También debemos participar activamente en la creación de un nuevo orden para generar paz y estabilidad en la comunidad internacional.

 

Una sociedad de tranquilidad espiritual y vitalidad

 

Al mismo tiempo, Japón se encuentra en un momento decisivo para cambiar la “forma del país”.

 

Hemos vivido situaciones de crisis en dos oportunidades en estos dos últimos siglos. La historia del Japón ha sido la de transformar con cada crisis nuestro estilo de vida y salir adelante con un éxito asombroso. La primera consistió en abrir nuestro país al mundo y la Restauración Meiji. Después de haber quedado rezagado debido a su política de aislamiento nacional, Japón cambió de rumbo volcándose hacia la promoción de la industria. Generamos una rápida industrialización y nos convertimos en la única potencia mundial no occidental. La segunda fue la derrota en la guerra (la Segunda Guerra Mundial) y las reformas de posguerra. Japón, que quedó reducido a ruinas calcinadas, abandonó su militarismo y dio prioridad a la economía. Crecimos hasta convertirnos en la segunda economía del mundo y construimos una sociedad que es a la vez estable e igualitaria.

 

Ahora estamos obligados realizar una tercera transformación. Una tasa de natalidad en rápido descenso y una población envejecida, nuevas ansiedades y disparidades sociales, limitaciones relacionadas con los recursos naturales y el medio ambiente, y un sistema social que se ha vuelto obsoleto – todos ésos son los desafíos que debemos superar. Las personas crecen superando las adversidades y la sociedad evoluciona superando la turbulencia. Una crisis es verdaderamente una oportunidad para dar un salto adelante.

 

Esta vez también, debemos elegir nuestro propio estilo de vida y forjar la “forma del país”. Debemos aspirar a ser una “sociedad de tranquilidad espiritual y vitalidad”. Esto significa una sociedad donde podamos gozar de tranquilidad espiritual, donde la sociedad en su conjunto apoye a nuestra población que envejece en un nivel sin paralelo en el mundo. También significa una sociedad vibrante que supere los desafíos globales mediante el ingenio y la tecnología.

 

¿Qué debe hacer el Gobierno para generar todo esto? Ya hemos aprendido muchas cosas en este sentido. Es decir, slogans de moda como “pasar del sector público al sector privado” y un modo dicotómico de pensar como “más Estado o menos Estado” no bastarán por sí solos para darnos la visión que buscamos.

 

Cuando el Gobierno creció demasiado, la vitalidad de la sociedad disminuyó. Muchos países industrializados se volcaron entonces a una menor participación del Gobierno y a inducir esa vitalidad haciendo que los individuos y las empresas actuaran libremente. Sin embargo, no todo es bueno por el simple hecho de dejarla en manos del mercado libre. El problema de los créditos de alto riesgo y la recesión global ilustran esta realidad. Ahora, uno de los papeles que se le exige desempeñar al Gobierno es el de establecer normas equitativas y transparentes, además de orientar el desarrollo económico.

 

Otra función del Gobierno es crear una sociedad en la que todos puedan participar y que sea capaz de brindar tranquilidad espiritual a su gente.

Japón es un país que confiere un gran valor a la laboriosidad. Esa es precisamente la virtud que ha creado nuestra prosperidad actual. Para preservarla, es importante crear una sociedad con buenos entornos funcionales para las personas mayores, las personas con discapacidades y las mujeres, y donde el esfuerzo sea recompensado. Además, es importante apoyar a las personas que quedan atrás en la competencia y permitirles volver a asumir retos.

 

Debemos admitir que Japón todavía tiene deficiencias en ese sentido. La administración pública de Japón logró fomentar la industria. En el futuro, necesita fijar como objetivo principal apoyar a las personas en su vida cotidiana.

 

Si consideramos la tranquilidad espiritual de nuestros ciudadanos, vemos que el Gobierno no es mejor cuando menos incidencia tiene. Necesitamos hacer que las redes de seguridad social de Japón sean confiables y estables. Y si queremos ofrecer un nivel intermedio de bienestar social, tiene que haber un nivel intermedio de distribución de la carga. Una vez que hayamos avanzado con la recuperación económica y las reformas gubernamentales, pediré a nuestro pueblo que soporte la carga necesaria.

 

Hemos sido nosotros los que creamos el Japón de abundancia y seguridad que tenemos en este momento. También nosotros crearemos el Japón del futuro. Igual que en las dos últimas oportunidades, la transformación será dolorosa. Pero no debemos temer. Mostrar que hay un futuro brillante al final del túnel oscuro –ésa es la función de la política. Emprender reformas para preservar y fortalecer las buenas tradiciones – tal es el verdadero conservadurismo al que aspiramos.

 

Por eso, en lo que se refiere al rol de Japón en el mundo, quiero contribuir a la creación de un nuevo orden, mientras que a nivel interno, aspiro a una sociedad de tranquilidad espiritual y vitalidad.

 

II. Una sociedad vibrante

 

A continuación, me referiré a los desafíos que enfrentamos a corto plazo y los esfuerzos del gobierno en este sentido. El primer desafío es la creación de una sociedad vibrante.

 

Contramedidas para la actividad comercial y contramedidas para el desempleo

 

Ya he dicho que, a corto plazo, el acento estará puesto en revivir la actividad empresarial; a mediano plazo, en reconstruir las finanzas estatales; y en el mediano a largo plazo, en el crecimiento económico por medio de reformas. Primero debemos avanzar con medidas para la reactivación de la actividad empresarial.

 

A la vez, el mundo está entrando en una recesión sin precedente. Japón también es incapaz de evitar esta desaceleración global. Sin embargo, tomando contramedidas audaces, podremos ser los primeros en salir de la recesión. Circunstancias económicas anormales requieren respuestas excepcionales.

 

Estamos avanzando con el primero y el segundo de los presupuestos adicionales para el año fiscal 2008 y el presupuesto para el año fiscal 2009 como tres partes en una sola pieza de lo que podríamos comparar con un “cohete de tres etapas”. La magnitud total de las contramedidas económicas es de aproximadamente 75 billones de yenes. El total del gasto fiscal y los impuestos reducidos alcanzará 12 billones de yenes. Esta última suma representa alrededor del 2% del producto bruto interno (PBI) de Japón. La magnitud de estas contramedidas se ubica entre las más grandes de cualquier país.

 

Al formularlas, nos hemos concentrado en tres áreas, a saber, la vida cotidiana de las personas, las empresas pequeñas y medianas (PyMES) y las regiones. Apuntan más a proteger la vida diaria de las personas y su empleo que a estar constituidas por proyectos de obras públicas y otros tipos de medidas económicas convencionales. Deseo definir al presupuesto del año fiscal 2009 como un “presupuesto audaz, orientado a la acción para defender la vida cotidiana del pueblo”.

 

Desde fines de 2008, comenzamos prontamente a proveer alojamiento en instalaciones de viviendas para promoción del empleo y en otros lugares a empleados temporarios de agencia cuyos trabajos habían concluido. Para que a los trabajadores que no son empleados regulares les resulte más fácil recibir los beneficios del seguro de desempleo, acortaremos el criterio de aplicabilidad para recibir estos beneficios a empleo esperado de seis meses en vez de empleo esperado de un año o más. También reduciremos las primas del seguro de desempleo. Esta reducción será equivalente a unos 20.000 yenes anuales para el hogar medio.

 

Revisaremos el sistema de despido de los trabajadores para, entre otras modificaciones, prohibir la contratación de trabajadores temporarios de agencia en forma diaria. Se otorgarán subsidios a propietarios de empresas que extiendan sus contratos regulares de empleo a trabajadores temporarios por agencia, a estudiantes cuyas ofertas tentativas de empleo hayan sido canceladas o a “cuentapropistas” (empleados informales o irregulares y con horario reducido). Se establecerá un fondo de 400.000 millones de yenes en las regiones con el objetivo de crear nuevos empleos. Este fondo ayudaría a las empresas en áreas con potencial de demanda en el futuro, como los servicios de enfermería y alimentación para los ancianos. Se espera que estas medidas den empleo a 1,6 millón de trabajadores a lo largo de tres años.

 

Se otorgará un estipendio de suma fija de 12.000 yenes por persona, que en el caso de los niños y los ancianos será de 20.000 por persona. Por lo tanto, un hogar de cuatro personas con dos hijos recibiría un total de 64.000 yenes. También se implementarán rebajas impositivas en una escala de un billón de yenes. En cuanto a las reducciones de impuestos sobre las hipotecas, elevaremos la suma máxima deducible a seis millones de yenes, el nivel más alto de la historia. Los beneficios fiscales también se darán en los casos en que las personas utilicen sus propios recursos financieros para modificar sus casas con el fin de ahorrar energía o hacerlas “barrier-free” (con mejores accesos para ancianos y discapacitados).

 

En lo que se refiere a las pequeñas y medianas empresas (PyMES), brindamos asistencia en respuesta a unos 220.000 pedidos, o sea, un total de 4,5 billones de yenes hasta finales de 2008, tanto en forma de garantías de crédito de emergencia como préstamos especiales, lo que contribuyó enormemente a mejorar su flujo de caja. Además, a través del segundo presupuesto adicional para el año fiscal 2008, estaremos elevando el nivel máximo total de estas garantías y créditos a 30 billones de yen. Asimismo, la tasa fiscal corporativa para las PyMES se reducirá a 18% durante dos años. Las PYMES quedarán exentas de los impuestos a la herencia y a la donación en los casos en que una empresa se traspase a un propietario sucesorio sin recortar empleos.

 

Gestión responsable de las finanzas públicas

 

En la medida que movilicemos con audacia el gasto fiscal, es imperativo que aclaremos nuestras responsabilidades relativas a las finanzas públicas. Y para poder establecer un sistema de seguridad social sostenible, la carga financiera debe ser proporcional al nivel de beneficios a recibir. Precisamente, por esta razón, el Gabinete aprobó un Programa de Mitad de Mandato relativo a la seguridad social y las finanzas públicas a partir de la recaudación impositiva. Tomaremos las medidas legales necesarias para el año fiscal 2011, partiendo de la premisa de que para entonces tendría que haberse alcanzado la recuperación económica, para emprender en etapas y sin demora la reforma fundamental del sistema impositivo, incluida la del impuesto al consumo. Si bien la oportunidad de aplicación real de esta reforma será determinada por una evaluación a fondo de la situación económica, dedicaré todas mis energías a la recuperación económica para el año fiscal 2011.

 

Lo dicho anteriormente es para hacer que el sistema de seguridad social pueda aportar tranquilidad espiritual y que la carga requerida no pase a la posteridad.

 

Requisitos previos importantes para pedir al pueblo japonés que comparta esta carga son las incesantes reformas administrativas y la eliminación completa y permanente del despilfarro. Por ejemplo, recortaremos los gastos en empresas de interés público en aproximadamente un 40% comparado con el año fiscal 2006. Suspenderemos las operaciones que han sido señaladas como antieconómicas, como las del Museo Vocacional. El número regular de empleados de los organismos estatales verá una reducción neta de aproximadamente quince mil empleados, incluyendo los cargos que serán recortados como consecuencia de la abolición de la Agencia de Seguro Social. Todos los ingresos fiscales destinados a gastos en el área vial serán reasignados a objetivos generales de gasto.

 

Para eliminar la duplicación funcional de las oficinas regionales del Gobierno nacional con otros organismos administrativos, las operaciones y la autoridad de dichas oficinas serán transferidas a los gobiernos locales y serán consolidadas o suprimidas en gran escala. Para rectificar las deficiencias de la estructura administrativa segmentada verticalmente del Gobierno, implementaremos reformas a un ritmo acelerado, estableciendo una Oficina de Personal de Gabinete al mismo tiempo que formularemos un programa global de reformas del sistema de la función pública. También abordaremos estrictamente las prácticas criticadas como privilegios de los funcionarios públicos, como “amakudari”, y erradicaremos las tácticas de presión en la búsqueda de empleo por parte de funcionarios que se retiran.

 

Crecimiento económico mediante reformas

 

El mundo enfrenta en este momento cambios estructurales nunca vistos hasta ahora en la historia de la humanidad, como el rápido crecimiento demográfico, el crecimiento económico de países emergentes y limitaciones crecientes relacionadas con los recursos naturales y el medio ambiente. Anticipándose al futuro, Japón tomará la delantera para resolver estos problemas que afronta el mundo en este momento. Crear productos y modelos que contribuyan a este fin derivará en el crecimiento sostenido de Japón.

 

Para lograr esto, diagramaremos una nueva estrategia de crecimiento. Dicha estrategia tendrá tres pilares que estarán centrados en la creación de empleo y de mercados, y que se fundarán en la Nueva Estrategia de Crecimiento Económico formulada en el otoño de 2008. En términos concretos, el primero es una “revolución de bajo consumo de carbono”, en la que nos esforzamos por alcanzar los estándares más altos del mundo en tecnologías ambientales y en sistemas sociales. El segundo pilar es “buena salud y longevidad”, en el cual utilizamos la investigación médica de punta, como la de células madre pluripotentes inducidas (células iPS), y ponemos a disposición servicios médicos y de enfermería amables y eficientes a la vez. El tercero es “demostrar el poder y la vitalidad latentes de Japón”, por el cual aprovechamos el “poder blando” esencialmente japonés. Ya se trate, por ejemplo, de áreas atractivas en las regiones, del “anime” (animación) y otros tipos de contenido de software, del poder de marcas comerciales en la moda y otros sectores, o de alimentos deliciosos y saludables. En los próximos dos o tres años, además de la búsqueda integrada de un desarrollo intensivo de la infraestructura, la investigación y el desarrollo, y la reforma regulatoria e institucional, formularemos una estrategia para las tecnologías de la información y la comunicación para apoyar el crecimiento.

 

Asia es el centro de crecimiento del mundo. Para que el crecimiento autosustentado de Asia traiga aparejado el crecimiento en Japón, fomentaremos la cooperación internacional estratégica para el fortalecimiento de la capacidad de crecimiento de Asia así como para la expansión de la demanda interna japonesa, empleando entre otras cosas el Instituto de Investigación Económica para el ASEAN y Asia Oriental (ERIA). También propiciaremos la conclusión temprana de las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y entablaremos negociaciones sobre acuerdos de asociación económica (AAE).

 

Japón impulsará nuevas reformas en política agrícola. Nos hallamos en un punto de inflexión en lo que se refiere a la agricultura. Para garantizar la seguridad y la tranquilidad espiritual en relación a los alimentos e incrementar nuestra tasa de autosuficiencia, debemos transformar nuestro modo convencional de pensar y revisar nuestras políticas en su totalidad. Ante todo, presentaremos a la actual sesión de la Dieta un proyecto de “Reforma Agraria de la Era Heisei”. El objetivo es promover el cambio de la mera propiedad a la utilización de la tierra cultivable. Además, propiciaremos el ingreso a este sector de empresas y jóvenes motivados, al mismo tiempo que apoyaremos a los productores por medio de asistencia gerencial. Haremos esto en el primer año de la transformación para la utilización plena de nuestros arrozales. Esto implicará, entre otras iniciativas, una promoción a gran escala de la producción de arroz para harina de arroz y alimento animal, y la mayor producción de trigo y soja, en los que Japón tiene bajas tasas de autosuficiencia. A través de estas medidas, generaremos oportunidades de empleo y dinamismo en los distritos rurales.

 

La administración regional

 

Los impactos de la desaceleración de la actividad empresarial en la economía y el empleo son particularmente graves en las regiones. Los gobiernos locales deben recibir recursos financieros y autoridad para poder revitalizar sus áreas locales. Además de compensar las disminuciones tanto de la recaudación de impuestos locales como los ingresos de los impuestos nacionales asignados a los gobiernos locales, el Gobierno nacional aumentará estos últimos en un billón de yenes. Para desarrollar infraestructura, estableceremos “Subsidios para crear los cimientos de áreas locales vibrantes”, que los gobiernos locales podrán utilizar de manera flexible.

 

Una sociedad descentralizada es la forma del Japón que deberíamos buscar. Debemos posibilitar que los gobernadores y los alcaldes desarrollen al máximo sus capacidades como administradores de sus regiones. Sobre la base de las recomendaciones del Comité de Promoción de la Reforma para la Descentralización, revisaremos las obligaciones impuestas por el gobierno nacional y ampliaremos el grado de autonomía local.

 

III. Una sociedad con tranquilidad espiritual

 

El segundo desafío es aportar tranquilidad espiritual a nuestra vida cotidiana.

 

La seguridad social

 

Sólo podemos alcanzar la tranquilidad espiritual en nuestra vida diaria teniendo confianza en nuestros sistemas de seguridad social, incluidos los correspondientes a las pensiones, la atención a la salud y los servicios especializados en enfermería.

 

La confianza en el sistema público de retiro se ha erosionado debido al problema de los registros pensiones. Una vez más, pido disculpas a todo el pueblo por esta situación. A todos los que están en la población activa inscriptos actualmente en el programa de pensiones y todos los que reciben una jubilación se les ha enviado una carta especial relativa a sus pensiones. En dicha carta, les pedimos que confirmen cómo están sus legajos. A partir de abril, también enviaremos en forma secuencial los legajos de la remuneración estándar. Procederemos con la recuperación de registros de una manera sistemática y eficiente, incluso mediante comparaciones con los libros mayores personales de pensiones de las personas.

 

Para atacar los problemas relacionados con la atención médica en las regiones, como la escasez de médicos, aumentamos el número de médicos que serán formados y también mejoraremos el ambiente de trabajo de los médicos hospitalarios. En el área de atención médica de emergencia, aseguraremos que los pacientes puedan ser internados en instalaciones médicas cuando sea necesario a través de medios como la colaboración entre los servicios de bomberos y médicos. Continuarán las discusiones en cuanto al sistema de atención médica para la edad avanzada (para personas de 75 años en adelante) y el sistema será reexaminado de manera que también pueda ganar la aceptación de nuestros ciudadanos mayores. La remuneración para la atención de enfermería será aumentada en abril con el fin de mejorar las condiciones de trabajo del personal de enfermería.

 

Para abordar la tasa de natalidad en baja, los catorce chequeos por maternidad serán ofrecidos sin cargo y la asignación única por parto y crianza del bebé será aumentada a 420.000 yen. Entre otras medidas, incrementaremos el número de centro de atención infantil, ofreciendo plazas destinadas a otros 150.000 niños para el año fiscal 2010.

 

Seguridad y tranquilidad espiritual

 

En 2008, hubo una sucesión de incidentes que amenazaron nuestra seguridad alimentaria y la seguridad en nuestra vida cotidiana. Con miras a proteger los intereses de los consumidores, trabajaremos prestamente para promulgar tres proyectos relacionados tendentes a establecer una Agencia para Asuntos del Consumidor lo antes posible. Junto con esto, los gobiernos locales aumentarán el número de centros de consulta para los consumidores y mejorarán su capacidad de ofrecer respuestas que se adapten a cada situación.

 

Hubo un poco más de 5.100 víctimas de accidentes de tránsito en 2008, una cifra que pudimos reducir a menos de un tercio del total en 1970 cuando el número dichas víctimas fatales alcanzó un pico máximo. En el transcurso de la próxima década reduciremos a la mitad la cifra actual. Al promover nuevas medidas para contrarrestar el delito, nos esforzaremos por convertirnos en “Japón, el país más seguro del mundo”. Sin embargo, el número de víctimas de suicidios supera los 30.000 al año. Debemos construir una sociedad en la que a todos nuestros ciudadanos les resulte fácil vivir. También aceleraremos la ejecución del trabajo para mejorar la resistencia de las instalaciones educativas a los terremotos.

 

El número de ciudadanos extranjeros que se radican de manera permanente en Japón y el de sus hijos está creciendo. Ofreceremos asistencia en áreas locales mediante un organismo gubernamental responsable creado recientemente. Elaboraremos una nueva ley para asistir a los jóvenes con problemas, como NEETs (jóvenes al margen de la Educación, el Empleo o la Capacitación) y hikikomori (jóvenes marginados socialmente).

 

El sistema de jueces legos comenzará en mayo. Esta reforma pretende hacer que el proceso judicial resulte más familiar para el público mediante su participación en juicios penales.

 

Educación

 

La esencia de la construcción de Nación radica en el desarrollo de los recursos humanos.

 

En abril se introducirá una parte de las nuevas pautas oficiales de enseñanza para las escuelas primarias y secundarias, con anterioridad a las pautas totales. Cuando esto ocurra, el número de horas de clase en ciencia, matemática y otras materias aumentará en una décima parte aproximadamente. Estos cambios mejorarán los niveles académicos, enriquecerán la mente y fomentarán cuerpos sanos en los alumnos. Además, prohibiremos llevar teléfonos móviles a las escuelas primaria y secundaria para proteger a los alumnos de la información nociva y del “acoso cibernético”.

 

El hecho de que el año pasado cuatro japoneses recibieran Premios Nobel marcó un hito. Maido I, un satélite pequeño que contiene las capacidades y los sueños técnicos de las pequeñas fábricas de Osaka, está volando actualmente en el espacio. Además de mejorar la investigación de base, otorgaremos becas de ayuda para la investigación científica y otros fondos que alcanzan un total de aproximadamente 90 mil millones de yenes, desarrollando así entornos donde los jóvenes investigadores y recursos humanos diversificados puedan prosperar. También fortaleceremos la competitividad internacional de nuestras universidades promoviendo cursos de estudio donde todos los requisitos de grado puedan cumplimentarse solamente en Inglés al igual que los programas para los centros de investigación de excelencia a nivel global.

 

Asimismo, mirando hacia el futuro de Japón, el Encuentro para la Reconstrucción de la Educación avanzará en su consideración de una amplia variedad de temas, entre otros, cómo permitir que los estudiantes continúen recibiendo educación sin tener que preocuparse aun en medio de circunstancias económicas austeras y cómo desarrollar recursos humanos capaces de prosperar internacionalmente.

 

También trabajaremos para apoyar los esfuerzos tendientes a traer los Juegos Olímpicos 2016 a Japón.
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El medio ambiente

 

Los que estamos hoy aquí tenemos la responsabilidad de resolver el problema del calentamiento global. Al mismo tiempo, los esfuerzos para solucionar los problemas ambientales son también las semillas que generan nueva demanda económica y empleo. Crearemos una sociedad con un buen ciclo de los materiales y bajo consumo de carbón que sea compatible con el crecimiento.

 

Es necesario que Japón mejore aún más sus tecnologías ambientales y energéticas a la vanguardia en el mundo. Promocionaremos el desarrollo y la difusión de tecnologías de producción de energía solar y autos ecológicos. Se creará un modelo eficaz de compraventa de emisiones al estilo japonés a través de una implementación de prueba de dicha compraventa. Además, se determinará un objetivo de reducción a mediano plazo para las emisiones de gas con efecto invernadero una vez analizado el tema tanto desde el punto de vista científico como integral.

 

Al final de este año, se realizará una conferencia internacional con miras a decidir un marco post-2012 para enfrentar el calentamiento global. Japón se comprometerá activamente en el proceso de establecer un marco equitativo y eficaz en el que participen todas las grandes economías.

 

IV. Aportes al mundo

 

El tercer desafío reside en las contribuciones que Japón debe hacer a la paz y la estabilidad del mundo.

La paz y la estabilidad de la comunidad internacional son esenciales para el desarrollo no sólo de Japón sino del mundo en su totalidad. Dedicaré el máximo de los esfuerzos a la creación de la paz y la estabilidad, con la alianza Japón-Estados Unidos como piedra angular de la política exterior japonesa y manteniendo asociaciones con los otros países de Asia y el Pacífico, al igual que mediante la cooperación internacional a través de las Naciones Unidas y otros foros como pilares principales.

 

La alianza Japón-Estados Unidos y la región Asia-Pacífico

 

Ante todo, en lo que se refiere a las relaciones con los Estados Unidos, trabajaré junto con el Presidente Barack Obama para fortalecer nuestra relación de alianza. Colaboraremos en las iniciativas para solucionar los problemas mundiales, entre otras cosas, la crisis financiera y otros, como la lucha contra el terrorismo, el desarme y la no proliferación nuclear y el cambio climático. Continuaremos la consolidación constante del realineamiento de las fuerzas estadounidenses en Japón, escuchando las voces de Okinawa y otras comunidades locales y realizando nuestros máximos esfuerzos en aras del desarrollo regional.

 

Recientemente, se llevó a cabo la Reunión Cumbre Trilateral Japón-China-República de Corea por primera vez independientemente de otras reuniones, lo que representó un gran paso en la promoción de la cooperación integral de una manera orientada al futuro. Japón contribuirá a la paz y la estabilidad de Asia y el mundo mediante la creación de una “relación mutuamente benéfica basada en intereses estratégicos comunes” con China y una “asociación madura” con la República de Corea.

 

Con Rusia, para construir una relación entre socios importantes en la región Asia-Pacífico, avanzaremos las negociaciones hacia un arreglo final por el tema de los Territorios del Norte desarrollando a la vez relaciones en una amplia gama de áreas.

 

En cuanto a Corea del Norte, Japón se esforzará por normalizar las relaciones con Corea del Norte, mediante un acuerdo relativo al infortunado pasado y una resolución integral de los temas de preocupación pendientes, como la cuestión nuclear, los secuestros y los misiles. Simultáneamente con el avance en el proceso de des-nuclearización de Corea del Norte a través de las Conversaciones de Seis Partes, continuaremos exhortando fuertemente a Corea del Norte a emprender acciones concretas de manera que se reinicie lo antes posible una investigación a fondo el tema de las abducciones para permitir el retorno de todos los secuestrados a Japón en el menor plazo posible.

 

Apoyo a la libertad y la prosperidad y medidas contra el Terrorismo y la piratería

 

Tengo una fuerte convicción. Al aspirar a la prosperidad económica y la democracia podemos estar seguros de alcanzar en definitiva la paz y la felicidad. Este es también el camino que Japón ha seguido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Tal como lo expresa el concepto de “Arco de Libertad y Prosperidad”, apoyaremos activamente los esfuerzos de los países democráticos jóvenes que tengan la libertad, la economía de mercado y el respeto por los derechos humanos como valores fundamentales.

 

Japón desempeñará un papel activo como miembro responsable de la comunidad internacional y asimismo como miembro no-permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a partir de este enero. Utilizando su asistencia oficial al desarrollo (AOD), Japón contribuirá a la estabilidad y el desarrollo en los países de África y otros países en desarrollo, a la lucha contra el terrorismo, y a la resolución del problema de la pobreza y otros temas globales como los vinculados al medio ambiente y el agua. Haremos avanzar nuestra diplomacia relativa a los recursos y la energía. También continuaremos nuestras actividades de apoyo al reabastecimiento del Océano Índico y colaboraremos activamente en actividades de cooperación a la paz internacional.

 

Los ataques piratas en las cercanías de Somalia y otras zonas constituyen una amenaza a la comunidad internacional, incluido a Japón. Este tema requiere una respuesta urgente. En cooperación con los países pertinentes, formularemos de manera expeditiva contramedidas factibles y analizaremos la elaboración de una nueva legislación.

 

Conclusión

 

La desaceleración creciente de la economía global está causando una rápida caída en la economía japonesa también. Para frenar los contratiempos en el clima empresarial y salir de la recesión, es imperativo que sancionemos rápidamente los presupuestos y las leyes correspondientes. Éstos determinarán la economía, y a decir verdad, el futuro de Japón. Sin crecimiento económico, no serán posibles ni la reconstrucción de las finanzas públicas ni un sistema estable de seguridad social.

 

Este es el momento, para los que estamos en política, de cumplir con nuestros deberes. La voluntad y la resolución política de la Dieta están siendo puestas a prueba. La pregunta que hace ahora el pueblo a los políticos es si pueden o no defender la vida cotidiana de la gente del tsunami de la crisis financiera.

 

Es natural que haya diferencias de opinión entre el partido gobernante y la oposición. No obstante, lo que el pueblo espera no es una oposición porque sí, sino más bien una política que llegue a sus conclusiones de manera expeditiva. El gobierno y la coalición gobernante han formulado lo que consideramos la mejor propuesta posible. Ciertamente estamos dispuestos a discutir cualquier propuesta buena que los partidos de la oposición puedan tener. Pero sencillamente no hay tiempo para una dilación antieconómica antes de llegar a una conclusión.

 

Hay quienes siempre tienden a ver el mundo de manera pesimista. Pero tomemos un momento para reflexionar. Japón ha mantenido la paz y la prosperidad durante medio siglo. Es un modelo para el éxito considerado con mucho respeto por otros países. Además, Japón, con sus tecnologías excepcionales y una cultura atractiva, entre otros puntos fuertes, es en sí mismo una marca, que gente de todo el mundo admira. Deberíamos, realmente, sentir confianza y orgullo. El poder latente y la vitalidad de Japón sin duda nos llevarán a superar esta difícil situación. Volveremos a hacer de Japón un país positivo y fuerte a la vez.

 

Sobre la base del gobierno de coalición entre el Partido Demócrata Liberal y el Nuevo Koemito, dedicaré todos mis esfuerzos a construir una nueva nación. No eludiré esta responsabilidad. Avanzaré en forma sostenida junto con el pueblo japonés.

 

Sinceramente, pido la comprensión y la cooperación de mis compatriotas y de los honorables miembros de la Dieta.