Sr. Director de la Maestría en Relaciones Internacionales de la Universidad de Belgrano, Emb. José Ramón Sanchís Muñoz;
Estimados estudiantes:
Muy buenas tardes:
Ante todo quisiera expresar al Embajador Sanchís Muñoz y demás autoridades de la Universidad mi más sincero agradecimiento por haberme ofrecido la oportunidad de disertar aquí esta tarde y a todos los presentes por el interés demostrado en el tema en cuestión.
Me siento muy feliz porque Asia es una región muy importante no sólo para Japón, sino también para la Argentina y demás países de América Latina desde el punto de vista principalmente económico-comercial.
En primer lugar, quisiera hacer referencia brevemente a la situación actual en Asia; para luego describir la política exterior de mi país en el mundo y en la región; ahondar en las relaciones bilaterales entre Japón y los países de Asia; y en los mecanismos de cooperación existentes en el área; para luego detallar las promesas de mi Gobierno respecto al futuro de la región de Asia-Pacífico. Además, y en mi carácter de Embajador del Japón en la Argentina, quisiera finalizar haciendo mención a la relación entre mi país y América Latina y en particular a la relación bilateral con la República Argentina.
I. Situación actual en Asia:
Tras la Crisis Económica Asiática de 1997, la región se encuentra subida en la ola de la globalización y disfrutando de un crecimiento económico estable y continuo. Hoy en día, el dinamismo de Asia ha entrado en escena como actor central de la historia mundial y como locomotora de la economía mundial. Esta región es una red en permanente expansión y desarrollo, vinculada con el resto del mundo por el mar. Los países que rodean el Asia Pacífico (Japón, Estados Unidos, China, Corea del Sur, India y la ASEAN) representan aproximadamente el 50% de todo el PBI mundial, y aproximadamente 40% del valor total del comercio internacional.
Haciendo honor a la predicción que decía que el siglo XXI sería “el Siglo de Asia”, el dinamismo económico de China, India y los demás nuevos países industrializados de la región y los países de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), ha sido notable, y el peso de la región del Este de Asia en la economía global crece día a día. Ahora la prioridad de Japón, cuya economía se encuentra restringida por la baja tasa de natalidad y el envejecimiento de la población, entre otros factores, es lograr un nuevo crecimiento, para lo cual una vigorosa economía asiática es esencial. La economía de Japón ya ha desarrollado relaciones cercanas de mutua interdependencia con todas las economías del Este de Asia, creando una red internacional de negocios, comercio e inversiones.
Antes de profundizar sobre el dinamismo de economías asiáticas como la de China e India, dos países del denominado grupo BRICs, me gustaría ilustrarlos con algunos datos básicos de la región. En materia de población y superficie y según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas del 2007, la población de China es la mayor del mundo con 1.331 millones de personas en una superficie de 9 millones quinientos mil kilómetros cuadrados, seguida en segundo lugar por la población de la India con 1.136 millones de personas en una superficie de 3 millones de kilómetros cuadrados. En séptimo lugar (detrás de Estados Unidos, Indonesia, Brasil y Rusia) se ubica Japón con 128 millones de personas en una superficie pequeña de 378 mil kilómetros cuadrados.
Según datos del año 2005 del Fondo Monetario Internacional, el PBI de Japón es de 4 billones quinientos mil millones de dólares; el de China es de 2 billones doscientos mil millones de dólares y el de la India es de 779 mil millones de dólares.
Respecto a China, su economía continúa con un alto crecimiento de dos dígitos por cuarto año consecutivo (la tasa de crecimiento del PBI supera el 10% desde 2003). El crecimiento promedio de este país es del 9% anual desde 1978. En términos de inversiones y comercio, la presencia de China en la economía mundial está aumentando rápidamente, desde su ingreso en 2001 a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Por ello, el desarrollo sustentable de la economía china es ahora un importante factor para la estabilidad y el desarrollo de la economía de la región y el mundo.
Por otra parte, la economía de la India viene creciendo a un promedio de 8,6%, principalmente en el área de la tecnología de la información, desde 2003 aumentando así su participación en la economía mundial. El rápido crecimiento de la India en los últimos años se debe a la liberalización económica y al fortalecimiento de los lazos de dicho país con el resto de la economía mundial y con las economías del Este de Asia.
Sin embargo y al mismo tiempo, hay asuntos que deben ser abordados en el camino hacia una región estable y próspera, incluyendo la situación en la Península de Corea y el Estrecho de Taiwán, asuntos remanentes de la Segunda Guerra Mundial, así como también temas desafiantes compartidos, hoy en día, por toda la región como el terrorismo, la piratería, el cambio climático, la energía y las enfermedades infecciosas.
II. Política exterior de Japón en Asia
Antes de explicar la política exterior de Japón en Asia, deseo primero mencionar los objetivos principales de la política exterior de mi país en el mundo. Los objetivos principales de la política exterior del Japón son promover activamente la paz y la prosperidad de la comunidad internacional en su conjunto, inseparables de la paz y la prosperidad de Japón mismo. Japón contribuye a estos objetivos a través de la cooperación multilateral en diversos ámbitos como la lucha contra el terrorismo, las operaciones de mantenimiento de la paz, la preservación del medio ambiente y la cooperación bilateral para los países en vías de desarrollo, entre otros.
En Asia, los cambios estructurales sin precedentes en otras partes del mundo, están ocurriendo, a medida que China e India, que cuentan con 1/5 (un quinto) y 1/6 (un sexto) de la población mundial respectivamente, se elevan simultáneamente a la categoría de grandes potencias tanto en materia política, como de seguridad y económica. Uno de los mayores desafíos para la diplomacia japonesa es cómo aprovechar constructivamente el potencial de estos dos países, de manera de contribuir a la estabilidad y el desarrollo sustentable tanto de Asia como del mundo entero.
El objetivo principal de la política exterior de Japón en Asia y el Pacífico es conducir a la región a ser un área que comparta valores fundamentales, caracterizada por una estabilidad y predictibilidad de largo plazo y basada en el entendimiento mutuo y la cooperación. En la consecución de este objetivo, Japón está implementando los siguientes 3 principios fundamentales en su diplomacia en Asia-Pacífico:
1) En función de establecer relaciones internacionales estables, Japón apunta a la “sinergia” entre las políticas de fortalecimiento de la alianza Japón-Estados Unidos y la promoción de la diplomacia con Asia. Japón tiene la intención de continuar asegurando la disuasión ante cualquier movimiento que pueda desestabilizar la región a través de mantener firmemente los acuerdos de seguridad con los Estados Unidos, los cuales tienen una importancia crítica para la seguridad de la región, mientras se promociona activamente la diplomacia con Asia a través del fortalecimiento de las relaciones con los países vecinos, principalmente con China y con Corea del Sur. Obviamente, la estabilidad en Asia fortalece al mismo tiempo las relaciones entre Estados Unidos y Asia.
2) Japón, aprovechará al máximo el ilimitado potencial de la región, para abordar los asuntos regionales comunes con un enfoque de múltiples capas. Este enfoque incluirá no sólo la diplomacia bilateral, sino también la promoción de la cooperación regional de Asia Oriental. Por ejemplo a través de la Cumbre del Este de Asia (EAS), la ASEAN+3, Japón-ASEAN y el marco de cooperación Japón-China-Corea del Sur; e incluir también a la cooperación en un marco más amplio que incluya países de fuera de la región, tales como el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), el Foro Regional de la ASEAN (ARF), el Encuentro Asia-Europa (ASEM), el Foro de Cooperación de América Latina y Asia del Este (FOCALAE). Asimismo, y dentro de estos esfuerzos, Japón promoverá la consolidación de valores fundamentales.
3) Japón logró antes que otros países modernizar sus instituciones, su economía y su sociedad, y su experiencia tanto de éxitos como de fracasos. Sirvió de ejemplo a otros países de la región en diversas formas. En este sentido, Japón es un país precursor en la región, y como tal, continuará ofreciendo varios tipos de cooperación, incluyendo esfuerzos en el marco de la consolidación de la paz, la gobernabilidad y el desarrollo de reglas económicas, mientras apoya el desarrollo de un Asia sustentada en valores comunes.
Respecto a la política japonesa hacia la región de Asia, quisiera añadir una cosa. Japón ha puesto mucho énfasis en el desarrollo socio-económico y en la estabilidad de la región, y ha contribuido y está contribuyendo en gran medida a lograr esta meta a través de la Asistencia Oficial para el Desarrollo. Estamos orgullosos de que el desarrollo y la prosperidad de los que goza actualmente la región se deba en parte a nuestra colaboración.
Según datos del año 2005, el monto total de la Asistencia Oficial para el Desarrollo de Japón fue de 10.484,61 millones de dólares, siendo 3.841,09 millones de dólares destinados para los países de la región de Asia, lo cual representa el 36,6% de la ayuda oficial de Japón.
III. Relaciones bilaterales de Japón con los principales países de Asia
En cuanto a la relación bilateral de Japón con los principales países de Asia y para no extender más de lo debido mi presentación, desarrollaré sólo algunos casos testigos como por ejemplo China, India, Corea del Sur, Corea del Norte, ASEAN y el abordaje del tema del medio ambiente.
La interdependencia entre Japón y China se está profundizando cada vez más a través de las crecientes relaciones económicas y los cada vez más fluidos y cercanos intercambios de persona a persona. En este contexto, la relación bilateral Japón-China se ha convertido en uno de los más importantes pilares para ambos países. Estados Unidos era el socio comercial más importante para Japón desde fines de la Segunda Guerra Mundial y hasta el año 2006. Pero, el año pasado el comercio con China sobrepasó al comercio Japón-Estados Unidos, convirtiéndose China de esta forma en el socio comercial más importante para Japón.
Teniendo en cuenta la larga historia de las relaciones entre los dos países y el hecho de ser vecinos, es natural haber experimentado altibajos con China, sin embargo, nos hemos sobrepuesto a esas dificultades a través del esfuerzo mutuo y del diálogo con este importante país. En 2007, hubo frecuentes intercambios de opinión de alto nivel, incluyendo visitas recíprocas de los Jefes de gobierno y de los ministros de Relaciones Exteriores.
Estos esfuerzos diplomáticos dieron como resultado avances concretos en diversas áreas como el fortalecimiento de la cooperación en la conservación de la energía y el medio ambiente, intercambios en el campo de la seguridad y juveniles, y contribuciones a la sociedad regional e internacional, en asuntos tales como Corea del Norte.
Mi gobierno es optimista respecto al futuro de China y estamos convencidos de que la expansión de la clase media y el desarrollo de la economía de mercado en China forjarán un movimiento que exigirá más participación política y mayor libertad en el país. Los Juegos Olímpicos de Beijing que se están celebrando en estos momentos ofrecerán una buena oportunidad para que China logre un mayor progreso. Además, China está a punto de dejar de ser un país receptor de ayuda y por ende, deberá asumir mayores responsabilidades hacia los países más necesitados en la comunidad internacional.
Con India, Japón ha firmado un Acuerdo de Asociación Estratégica y Global que establece la realización de Cumbres de altos funcionarios anuales en las respectivas capitales, la institucionalización de un diálogo estratégico entre los cancilleres, la creación de un foro de negocios y la cooperación en diversas áreas tales como energía, medio ambiente, antipiratería y no proliferación, entre otros. Si bien el comercio bilateral se ha expandido en años recientes, la velocidad y el alcance de dicha expansión son todavía limitados. Desde febrero de 2007 mi gobierno comenzó las negociaciones para arribar a un Acuerdo de Asociación Económica con la India. Este esfuerzo se vincula además con la creciente expansión de empresas japonesas en la India y con la mayor participación de India en la red de producción y distribución internacional en Asia Oriental.
La Península de Corea, siendo adyacente a Japón, es una de las áreas geográficas más importantes para mi país. Corea del Sur es el vecino más cercano geográficamente, con el cual Japón mantiene relaciones muy fluidas. Al igual que Japón, Corea del Sur es aliado de Estados Unidos y, en este sentido, Japón comparte con Corea del Sur los valores fundamentales como la libertad, la democracia y el respeto por los derechos humanos. Si bien las negociaciones entre Japón y Corea del Sur para lograr un Acuerdo de Asociación Económica se encuentran suspendidas desde 2004, en la Cumbre celebrada entre los mandatarios de ambos países en febrero pasado se acordó estudiar la reanudación de estas negociaciones.
La ASEAN no sólo está situada en la región que tiene la llave para la red del Océano Pacífico, sino que además durante los últimos 30 años ha desempeñado un rol central en la cooperación regional dentro de Asia Oriental y el Pacífico. La ASEAN ha venido enviando un mensaje de cooperación e integración a Japón, China y Corea del Sur.
Japón ha apoyado los esfuerzos de la ASEAN hacia la integración. Desde que Japón firmara el primer Acuerdo de Asociación Económica con Singapur en noviembre de 2001, nuestro gobierno ha firmado Acuerdos de Asociación Económica con otros siete países: México, Malasia, Filipinas, Chile, Tailandia, Brunei e Indonesia, de los cuales, los acuerdos con Singapur, México, Malasia, Indonesia y Chile ya entraron en vigor. Japón también firmó un acuerdo con la ASEAN (como organización) en agosto de 2007. Y nuestro gobierno está en negociaciones para arribar a Acuerdos con Vietnam, el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, Corea del Sur, India, Australia y Suiza.
Con Corea del Norte, país con el que Japón no tiene relaciones diplomáticas, la política básica de Japón es buscar normalizar la relación bilateral a través de la resolución de los asuntos pendientes como el secuestro por parte de Corea del Norte de ciudadanos japoneses, la desnuclearización de la península de Corea y el arreglo de los asuntos del pasado, de acuerdo con la Declaración de Pyongyang firmada en 2002. Bajo el mecanismo de las “Conversaciones a Seis Bandas” (con Estados Unidos, Rusia, China, Corea del Sur y Corea del Norte) celebrada en Beijing en junio pasado, Corea del Norte presentó la declaración de sus programas nucleares, la cual es un paso importante para la desnuclearización norcoreana.
Igualmente, en las conversaciones bilaterales entre Japón y Corea del Norte celebradas en China esta semana, Corea Norte manifestó su voluntad de volver a investigar el asunto pendiente de los secuestrados japoneses y Japón sigue solicitando a Corea del Norte que solucione este asunto de buena fe.
Respecto al cambio climático, Japón ha sido un fuerte impulsor del Protocolo de Kyoto. Debido a que las grandes naciones emisoras no tomaron parte o no han asumido obligaciones de reducción de emisiones en el Protocolo de Kyoto, (como EEUU, China y la India) y más allá del año 2012 no hay ningún convenio internacional que rija el control de las emisiones de gases que provocan el calentamiento global, existe una gran inquietud en el mundo por las consecuencias futuras de este fenómeno.
En esas circunstancias, el Primer Ministro de Japón lanzó una nueva iniciativa para solucionar la problemática del calentamiento de la Tierra denominada “Cool Earth 50”. En dicha iniciativa, plantea la necesidad de elaborar un nuevo marco sobre la base del cual reducir la emisión de gases con la participación de todos. El objetivo concreto es reducir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono para el año 2050.
Recientemente hubo un compromiso en este sentido de los líderes del denominado Grupo 8, en la Cumbre que se realizó en Hokkaido-Toyako (Japón), en julio pasado. En esa oportunidad en la declaración adoptada el G-8 dice querer "considerar y adoptar la meta de lograr al menos un 50% de reducción de las emisiones mundiales para 2050". "Este desafío global sólo puede ser enfrentado mediante una respuesta global y en particular con las contribuciones de todas las grandes economías", agregaron los líderes, quienes además admitieron que para lograr estos progresos "se requerirán metas a mediano plazo y planes nacionales para cumplirlas”.
IV. Mecanismos de cooperación entre Asia y otras regiones
En Asia ya contábamos con un mecanismo de diálogo y cooperación con Europa (el ASEM) y también con un mecanismo similar en la cuenca del Océano Pacífico (el APEC), pero faltaba un mecanismo similar para la relación entre Asia y América Latina. Por esta razón establecimos el FOCALAE (Foro de Cooperación entre América Latina y Asia del Este).
El FOCALAE es un foro interregional de reciente creación y el primero que abre ante nuestros países una interesante perspectiva para relacionarnos. Considero que este Foro constituye una opción estratégica de sumo interés para la Argentina, pues no participa en el APEC y tomando en cuenta que el intercambio comercial a través de la Cuenca del Océano Pacífico supera en la actualidad al que se lleva a cabo en la Cuenca del Atlántico, constituye una excelente oportunidad de acercamiento a dicha región. Japón, por su parte, valora en alto grado las oportunidades que le abre este Foro y aspira a desempeñar en él un papel importante.
El FOCALAE es percibido por Japón como un puente entre los dos océanos que conecta y acerca a ambos continentes. Y como un instrumento para liberar el potencial de una América Latina “hambrienta” de crecimiento y rica en recursos naturales y de un Asia del Este “hambrienta” de recursos naturales y rica en tecnología. Para ello creemos que la clave es fortalecer nuestra “conectividad”.
En agosto del año pasado en Brasilia, en la III Reunión Ministerial del FOCALAE, los gobiernos de Argentina y Japón asumieron la presidencia del Foro y se comprometieron a trabajar juntos para acercar a los pueblos de las naciones miembros.
V. Futuro de la Región Asia-Pacífico:
El pasado 22 de mayo, en la 14 Conferencia Internacional sobre el Futuro de Asia, que se celebró en Tokio, el Primer Ministro de mi país, Sr. Yasuo FUKUDA, manifestó cinco promesas que nuestro gobierno intentará adoptar con acciones concretas en la región:
1) La primera promesa es apoyar decididamente la integración y el desarrollo de la ASEAN.
La estabilidad y prosperidad de los países miembros de la ASEAN son temas de interés para Japón. Mi país se ha comprometido a aumentar la cooperación con la ASEAN. Por ejemplo, como mencioné, hemos firmado un Acuerdo de Asociación Económica Global ASEAN-Japón (AJCEP, su sigla en inglés), lo que sin duda funcionará como un incentivo esencial para la creación de un único mercado dentro de la región de ASEAN.
Hay varias cuestiones que Japón quisiera abordar con la ASEAN, tales como la protección ambiental, el crecimiento económico, la eficiencia y la conservación de la energía, y los esfuerzos por asegurar la seguridad alimentaria.
2) La segunda promesa es reforzar la alianza Japón-Estados Unidos:
Aún quedan elementos de inestabilidad e incertidumbre en Asia, tales como las cuestiones que rodean a Corea del Norte. La resolución de las cuestiones sobre la Península Coreana es absolutamente indispensable para el desarrollo estable de toda la región del noreste de Asia. En este sentido, la alianza Japón-Estados Unidos representa mucho más que un mecanismo para garantizar la seguridad de Japón; sirve como instrumento para la estabilidad de Asia y el Pacífico en su totalidad. En consecuencia, la región asiática pasaría a ser un lugar con un futuro más previsible o, dicho de otra manera, un lugar caracterizado por la paz y bajo nivel de riesgo, donde los intercambios comerciales y culturales se realicen sin restricciones. Esto servirá como piedra fundamental para la prosperidad de Asia.
3) La tercera es cumplir con la responsabilidad de Japón como “Nación Promotora de la Paz”:
Es decir que mi país no escatimará esfuerzos para la concreción de la paz en Asia, en el Pacífico y en el mundo. Para hacer rutas marítimas, centradas en los Estrechos de Malaca, con aguas libres de piratería y que no puedan ser utilizadas por los terroristas, Japón intenta promover una mayor cooperación con otros países, sobre todo con los de la ASEAN. Respecto a la lucha contra el terrorismo y de acuerdo con la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, buques de las Fuerzas de Autodefensa de Japón se encuentran en el Océano Indico para apoyar la lucha contra el terrorismo en Afganistán, mediante el suministro de combustible a los barcos de guerra de los países que participan en la operación “Libertad Duradera”.
4) La cuarta es desarrollar la infraestructura para intercambios intelectuales y generacionales que fortalezcan el futuro de la región a través del intercambio de jóvenes:
El Primer Ministro FUKUDA manifestó su intención de acelerar los esfuerzos en materia de intercambios juveniles y entre las universidades dentro de la Región Asia-Pacífico. En la actualidad estamos invitando a Japón a 6000 jóvenes por año provenientes de toda Asia.
5) La quinta se refiere al imperativo de abordar, mediante los esfuerzos de todos, el desafío de lograr el crecimiento económico al mismo tiempo que la protección ambiental y el tratamiento del cambio climático:
Es altamente probable que la región asiática llegue a ser el mayor centro de crecimiento del planeta. Seguramente también será el mayor centro emisor de gas que provoca el efecto invernadero. Esto exige que todos nos esforcemos para poder acordar un marco sobre la reducción de emisiones post Protocolo de Kyoto, en una etapa inicial, y establecer una sociedad con bajo contenido de carbono. Japón puede brindar asistencia para abordar las cuestiones del cambio climático de varias maneras, y tenemos grandes esperanzas de cooperar más con los países de Asia y del Pacífico al respecto.
Japón ha atravesado numerosos momentos difíciles en el pasado, convirtiendo la crisis del petróleo de hace 35 años en una oportunidad, tuvimos éxito en aumentar nuestra eficiencia energética y resolvimos gran parte de los problemas de la contaminación.
VI. Relación entre Japón y América Latina:
Siendo Embajador de Japón en la República Argentina, no podía dejar de mencionar la relación de mi país con América Latina como último tema de esta charla.
Japón identifica a los países de América Latina y el Caribe como “socios que comparten intereses comunes”, como democracias y economías de mercado, e intenta aumentar sus lazos con ellos.
Esto es posible, entre otros factores, a través de una colectividad de japoneses y sus descendientes de más de 1.500.000 personas. La participación de la Argentina en esta gran colectividad es de unas 35.000 personas, ocupando el tercer lugar en América Latina luego de la brasileña y la peruana.
La diplomacia de Japón hacia América Latina se basa en tres pilares fundamentales:
1) El fortalecimiento de las relaciones económicas. Japón considera a la región de América Latina y el Caribe como una importante fuente de abastecimiento de recursos naturales, materias primas y energía; como un mercado vital y un lugar para la producción de suma importancia. Nuestro deseo es lograr fortalecer los lazos entre el Japón y los países de América Latina y el Caribe.
2) La contribución al desarrollo estable de la región, para resolver los problemas regionales como la pobreza y la desigualdad social (a través de la cooperación económica y técnica); y
3) La cooperación en los foros internacionales para la solución de los problemas comunes. Al tener América Latina democracias consolidadas y economías de mercado establecidas, Japón considera a los países de la región como socios con los cuales poder conversar sobre intereses comunes en la comunidad internacional.
Ahora quisiera referirme a la relación bilateral entre Japón y la Argentina. El vínculo entre ambos países tiene una historia de más de 100 años de amistad. En efecto, este año estamos celebrando los 110 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Japón y Argentina, durante los cuales hemos evidenciado hechos que son un reflejo de las buenas relaciones entre ambas naciones: como por ejemplo la cesión por parte de la Argentina de los buques Rivadavia y Moreno utilizados por Japón en la guerra ruso-japonesa de 1904-05 (en julio del año 2004, en agradecimiento por ese hecho y al cumplirse su centenario, visitaron Argentina 3 buques de las Fuerzas Marítimas de Autodefensa del Japón); o el envío de alimentos por parte del gobierno argentino luego de la Segunda Guerra Mundial para paliar el hambre del pueblo japonés.
Japón y Argentina comparten los valores de la libertad, la democracia y los derechos humanos, la búsqueda de la paz mundial y el desarrollo del libre mercado. Asimismo, ambos países comparten los mismos valores y esfuerzos para la preservación de la paz y la estabilidad en la comunidad internacional, colaborando en los foros internacionales en defensa de la democracia y los derechos humanos. Para citar sólo un ejemplo reciente, Japón ha colaborado con Argentina estrechamente en la elaboración del proyecto de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, instrumento jurídico que también ha sido impulsado activamente por el gobierno de la República Argentina, y estos dos países firmaron esta Convención junto con otros países en febrero del año pasado en París.
En materia económica, se pueden observar en los últimos años avances muy positivos en diversas áreas: el comercio bilateral del año pasado llegó a los cerca de 2000 millones de dólares, uno de los niveles más altos en la historia; la radicación de importantes inversiones japonesas en la Argentina (por ejemplo Toyota amplió sus inversiones, Honda obtuvo la categoría de terminal automotriz y construye una nueva planta de producción en la localidad bonaerense de Campana y Yamaha produce motos en Florencia Varela; la reactivación en 2006 del Comité Mixto Argentino-Japonés, que no se reunía desde el año 2000, y la realización de importantes misiones comerciales de y hacia Japón).
Teniendo en cuenta el potencial de ambos países, es cierto que nos queda un largo camino por recorrer, para lo cual no escatimaré mis esfuerzos.
En materia de cooperación técnica, la activa presencia desde hace más de veinte años de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) en la Argentina, como uno de los principales ejecutores de la Asistencia Oficial para el Desarrollo (ODA) del Gobierno del Japón en el país, son otro reflejo de la fortaleza de nuestros vínculos bilaterales. En la actualidad el monto de esta asistencia económica del Japón a la Argentina asciende a más de 15 millones de dólares anuales, siendo Japón uno de los primeros donantes de cooperación económica y técnica para el desarrollo de este país, en términos bilaterales. El total acumulado de la cooperación técnica de la JICA con la Argentina asciende aproximadamente a unos 500 millones de dólares. Esta cooperación técnica se traduce básicamente en programas que comprenden el de envío de expertos, el de recepción de becarios y el de envío de voluntarios.
Asimismo, existe otra modalidad de asistencia que es el Programa de Cooperación Conjunta entre el Japón y la Argentina (PPJA), orientado al desarrollo de terceros países latinoamericanos en vías de desarrollo y consistente en el reclutamiento de expertos argentinos que son destinados a tales países para actuar como transmisores de la tecnología y el “know-how” desarrollados por el Japón en diversas áreas.
Otro dato a destacar son las recientes visitas de importantes funcionarios de ambos países como por ejemplo, de Japón a Argentina: la de la Sra. Presidente de la Cámara de Senadores, Da. Chikage Oogi (a fines de agosto del 2006); la del Ministro de Agricultura, Forestación y Pesca, D. Toshikatsu Matsuoka (en mayo de 2007) y la del Ministro del Interior y Comunicaciones, D. Yoshihide Suga (en agosto del año pasado). Y de Argentina a Japón: el canciller Rafael Bielsa (en 2003); el Ministro de Salud y Ambiente, Ginés González García (en 2005); el Secretario de Turismo, Enrique Meyer (en 2005) y el Secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Emb. Alfredo Chiaradía (en 2006).
Asimismo, debo mencionar que con Argentina hemos venido celebrando desde el año 1994 la Reunión de Consultas Políticas. La última se desarrolló el pasado 30 de julio entre el Vicecanciller de Japón Kenichiro Sasae y el Vicecanciller argentino Victorio Taccetti.
En materia internacional, y después de la III Reunión Ministerial del FOCALAE, Japón y Argentina se convirtieron en Coordinadores de cada región con miras a la IV Reunión Ministerial que se celebrará próximamente en Japón. En este sentido, se celebrará en Buenos Aires en marzo o abril del 2009, la próxima Reunión de Altos Funcionaros del Foro. Japón y Argentina están trabajando incansablemente para conducir al éxito de la IV Reunión Ministerial del FOCALAE.
VII. Conclusión
Tengo la esperanza de que mi país desempeñe un rol que le permita expandir sus actividades en el marco del creciente dinamismo y transformación de la región y servir de núcleo central para la estabilidad y el desarrollo de Asia.
Y en lo que respecta a la República Argentina, espero que mi charla de hoy sirva como un aporte más para que los estudiantes argentinos comprendan la importancia actual y a futuro de la región de Asia y de Japón para el mundo y para su propio país; y que germine en Ustedes el interés por acercarse al Asia. Esto redundará sin dudas en una relación más fructífera y de beneficios mutuos.
Muchas gracias por su amable atención.