I. Introducción:
Es un
honor y un placer para mí poder realizar una breve
exposición sobre la política ambiental de
mi país.
Al hablar
de la problemática del medio ambiente, podríamos
definirla como un asunto multifacético que abarca
varios temas como la polución del aire, del agua
y el calentamiento global, entre otros. Hoy me referiré
en particular al calentamiento de la Tierra, el tema más
comentado en estos días.
1)
Estado actual del problema:
Para
comenzar, quisiera referirme a la situación actual
con la ayuda de unas diapositivas. Como todos sabemos, la
demanda energética mundial está aumentando
de manera muy rápida. Entre los años 2002
y 2030 se prevé un crecimiento de la misma de un
orden del 60 %. (Figura
1)
Si la
demanda energética mundial aumenta, se incrementará
en consecuencia la emisión de los gases de efecto
invernadero tales como el dióxido de carbono, metano,
óxido nitroso, y los fluorocarbonos (hidrofluorocarbonos,
perfluorocarbonos y hexafluoruro de azufre).
Según
las estimaciones del Informe Anual 2007 del IPCC (Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático
de las Naciones Unidas), durante los 5 años que van
desde el 2000 hasta el 2005 la emisión de dióxido
de carbono aumentó a unos 7.200 millones de toneladas
con una variación de unos 300 millones de toneladas
más o menos, mientras que la absorción se
mantuvo en el orden de los 3.100 millones de toneladas anuales,
con una variación del orden de 1,100 millones de
toneladas. Estas cifras indican que el volumen de emisión
superó dos veces la capacidad de absorción.
En conclusión, el informe del IPCC expresa claramente
que el calentamiento global como fruto de los gases de efecto
invernadero está fuera de toda duda.
Ahora
veamos qué es lo que va a pasar con el calentamiento
global. Las consecuencias negativas del calentamiento global
son: incremento de sequías; agudización de
la falta de agua; aumento de inundaciones, tormentas y lluvias;
disminución de la producción de alimentos
causada por el agotamiento de los recursos acuíferos
entre otros; aumento de epidemias; etc. Cada uno de estos
fenómenos contrapuestos (como sequía o lluvias
torrenciales) pueden ocurrir dependiendo de cada zona geográfica
y de la época del año.
Las
metas cuantitativas de reducción de los gases de
efecto invernadero que fijó el Protocolo de Kyoto
para los países industrializados tienen como plazo
límite el año 2012 y aún no están
definidas para los años siguientes. Actualmente,
se está desarrollando un encendido debate sobre cuáles
deberían ser las normas a partir del año 2013.
Luego les expondré la propuesta de mi país
sobre este punto.
II.
Experiencia del Japón
1)
Contaminación industrial
Como
he dicho anteriormente, el problema ambiental no se reduce
sólo al calentamiento de la Tierra. También
urge resolver la contaminación de los ríos
y del aire y la dificultad para reciclar los desechos químicos.
Ahora
quisiera introducir algunos ejemplos de cómo Japón
ha venido encarando una variedad de problemas medioambientales.
Desde
mediados de los años 50 hasta mediados de los 70,
período de una alta tasa de crecimiento económico
en el que la economía japonesa mantuvo una tasa de
crecimiento anual del orden del 10 %, se produjo la contaminación
del aire y del agua de los ríos, causando enormes
daños a la salud de los habitantes que contrajeron
enfermedades tales como la “Enfermedad de Minamata”
y el “Asma de Yokkaichi”.
La Enfermedad
de Minamata es un síndrome neurológico grave
y permanente causado por envenenamiento con mercurio. Su
nombre se debe a la ciudad de Japón donde se registró
el brote de esta enfermedad. Allí murieron personas
por ingerir peces y mariscos contaminados con el mercurio
vertido por una empresa petroquímica. El Asma de
Yokkaichi lleva el nombre de la ciudad japonesa donde en
1960 la quema de petróleo crudo liberó gran
cantidad de óxido de azufre en el aire causando severos
casos de asma y enfermedades respiratorias en los habitantes
del lugar.
A partir
de la aparición de estas afecciones causadas por
la contaminación, se fueron sancionando leyes para
preservar los ríos y el aire, y para ordenar la forma
en que se deben tratar los residuos, todo lo cual culminó
en la sanción de la Ley Básica para el Control
de la Polución Medioambiental y en la creación
de la Agencia del Medio Ambiente en 1970. La implementación
de esta legislación se realizó a un ritmo
tan rápido, que el agua de los ríos y el aire
recobraron su pureza en breve tiempo. (Figuras
2 y 3)
2)
Crisis del petróleo
En 1974
y en 1979 se produjeron las llamadas “crisis del petróleo”
debido al aumento brusco del precio del petróleo,
las cuales afectaron profundamente a la economía
mundial y particularmente a la economía japonesa.
En ese entonces, Japón dependía totalmente
del crudo importado desde el Medio Oriente como recurso
energético. En consecuencia, la economía japonesa
sufrió un gran golpe y registró un crecimiento
negativo. Las industrias que demandaban mucha energía,
de la noche a la mañana tuvieron que enfrentarse
a una economía estructuralmente recesiva, lo que
las forzó a la reducción y al cambio de rubro.
La vida
cotidiana de la gente también sufrió un duro
golpe. La gente corría a comprar productos derivados
del petróleo, las estaciones de servicio cerraban
los domingos, los centros comerciales paraban las escaleras
mecánicas, y hasta se dejaron de trasmitir los programas
nocturnos en la televisión.
Tanto
las empresas como los consumidores realizaron enormes esfuerzos
para ahorrar energía y para racionalizar su utilización.
En consecuencia, el uso eficiente de energía en Japón
es, en la actualidad, el más avanzado entre los países
desarrollados. Una investigación sobre el uso de
energía por unidad de PBI señala que, para
producir 1 U$S de PBI China emite 11 veces más gases
de efecto invernadero, India 8 veces más y Estados
Unidos 2 veces más de lo que emite Japón.
(Figura
4)
3)
Ejemplos concretos de las medidas tomadas:
Según
nuestra propia experiencia podemos afirmar que cuanto antes
se adopten medidas adecuadas, menor será la carga
para la sociedad y para las empresas; que para la implementación
de las medidas es imprescindible lograr consenso entre todos
los gobiernos nacionales y locales y entre las empresas
y los habitantes de las ciudades; y que el apoyo al esfuerzo
de las empresas por parte de los gobiernos nacionales y
locales, las incentiva a redoblar sus propios esfuerzos.
1.
Sector industrial:
Las
empresas encaran el problema de varias formas ingeniosas.
Por ejemplo, en compañías siderúrgicas
y centrales eléctricas aprovechan mejor el calor
de las calderas, y los resultados se ven en la eficiencia
en la generación de las centrales térmicas
y en la mayor eficiencia en la producción de hierro
y acero, de cemento y de productos químicos, etc.
En efecto, la investigación científica en
mi país está dirigida en la actualidad a crear
tecnologías que utilicen hidrógeno para reducir
el uso de carbón en la producción de hierro.
Estamos trabajando para lograr un progreso dinámico
en la innovación tecnológica en la industria.
(Figura
5): 1/3 de la generación total de la electricidad
proviene de centrales atómicas.
2.
Hogares y oficinas
En el
caso de hogares y oficinas, básicamente estamos tratando
de aplicar la reforma introducida en la legislación
sobre la conservación de la energía, elevando
las exigencias en materia de electrodomésticos y
automóviles como puntales de normas de ahorro de
energías. (Figura
6)
Los
emisores de gases de efecto invernadero y las empresas del
negocio de frío y/o calor (aires acondicionados y
calefacción) están obligados a presentar informes
en forma periódica, a partir de cierto nivel de emisión
de gases.
Como
resultado de estas medidas, Japón se convirtió
en el primer productor mundial de baterías solares;
en el primero en ventas (domésticas y externas) de
automóviles híbridos por más de un
millón de unidades; y el de mayor uso del transporte
público de pasajeros (en Japón 46,7% de la
población utiliza este transporte, en EEUU el 22,4
%, Francia el 16,1%, y el Reino Unido el 13,1%).
3. Energía renovable
(generación eléctrica solar y eólica)
Otro
tema en el que está trabajando Japón es el
de la energía renovable, como la generación
solar y eólica. El flujo de potencia solar que alcanza
la superficie terrestre es aproximadamente de 1KW por metro
cuadrado; si lo multiplicamos por la superficie global,
se obtiene la cantidad de energía suficiente para
abastecer en una hora la totalidad del consumo mundial anual
de energía. No obstante, el uso de la radiación
solar para la generación eléctrica plantea
dificultades derivadas de: la poca densidad energética
de la radiación solar; las variaciones meteorológicas
y otras condiciones naturales; el costo de generación,
etc.
Con
el fin de facilitar la implementación de la generación
solar en la sociedad, Japón viene realizando programas
de promoción del uso de la energía solar en
domicilios privados, además de esforzarse en el desarrollo
de tecnologías relacionadas. Como consecuencia de
ello, actualmente nuestro país es el mayor productor
de baterías solares, y el primero en la instalación
de los sistemas de generación eléctrica solar
en el mundo. (Figuras
7, 8, 9 y 10)
Nuestro
país también está promocionando la
implementación de generadores eólicos. La
cantidad instalada ha aumentado cinco veces en tres años,
aunque esta fuente energética tampoco esté
exenta de dificultades originadas por su elevado costo y
por la inestabilidad en el suministro de energía.
4.
Programa “3Rs” (reducir, reutilizar, reciclar):
En Japón,
debido a la escasez de territorio, tenemos dificultades
para asegurar el espacio necesario donde se pueda realizar
el tratamiento y la disposición final de los residuos.
También necesitamos reducir el consumo de los recursos
naturales valiosos. Con ese objetivo, estamos encarando
activamente un programa llamado “3Rs”, donde
la letra “r” es la inicial de tres palabras
clave: “reducir”, “reutilizar” y
“reciclar”.
(Figura
11): Los contenedores de basura se presentan
alineados para poder clasificar los residuos. Por regla
general los residuos se clasifican en: papel, hierro, aluminio,
vidrio, plástico, elementos combustibles e incombustibles.
Algunos municipios llegan a tener más de 10 categorías
de residuos.
El
programa de las “3Rs” se basa en la inteligencia
del pueblo para reducir el consumo de los recursos limitados
lo más posible. Desde hace tiempo en los hogares
japoneses los abuelos enseñaban a sus nietos a no
desechar las cosas fácilmente, con frases como “es
una lástima tirarlos” o “se puede utilizar
todavía”. La idea de las 3Rs es una ampliación
de esa filosofía tradicional casera pero con mayor
eficacia y a nivel nacional.
En mi
país se sancionaron diversas leyes tales como la
“ley de reciclado de envases”, de “reciclado
de electrodomésticos” y de “reciclado
de automotores”. También contamos con una ley
de compras gubernamentales “verdes” por la que
se obliga al sector público a priorizar los productos
ecológicos en el momento de efectuar sus compras.
Estas medidas tienen por meta incrementar la tasa de reaprovechamiento
del 10 % al 14 % y reducir el volumen de desechos finales
de 56 millones de toneladas a 28 millones de toneladas en
el período 2000 a 2010. (Figura
12 y 13)
Como
pueden apreciar, Japón está a la vanguardia
del mundo en la relación PBI/Consumo de Recursos
Naturales.
(Figura 14)
III.
Nueva iniciativa japonesa sobre el calentamiento global
El 24
de junio de este año, el Primer Ministro Abe lanzó
una nueva propuesta de solución para la problemática
del calentamiento de la Tierra. En dicha iniciativa, plantea
la necesidad de elaborar un nuevo marco sobre la base del
cual reducir la emisión de gases con la participación
de todos. La participación de todos los países,
es decir de todos los “jugadores”, constituye
un importante llamado de atención en el marco del
sentido de crisis que adquiere este tema.
Ante
una propuesta de elaborar un nuevo marco, se podrían
plantear tres preocupaciones, a saber:
1)
si tratar de reducir la emisión no atentaría
contra el crecimiento económico;
2)
si por más esfuerzos que un país realice a
tales efectos, si los otros países no lo hacen, el
problema no tendría solución;
3) si
no sería injusto pedirles que tomen medidas a los
países en vías de desarrollo.
Son
temas muy importantes que hay que superar y que se pueden
superar. Japón ha podido hacerlo, ¿porqué
no hacerlo a nivel mundial? En efecto, mi país pudo
superar serios problemas de contaminación y las crisis
del petróleo, y mientras duplicaba su PBI, pudo reducir
el consumo de petróleo en un 8% en los últimos
30 años. Humildemente, Japón apuesta a poder
exportar el “modelo japonés” al resto
del mundo, combinando tradición y tecnología
de punta para crear una sociedad en armonía con el
medio ambiente. (Figura
15)
A grandes
rasgos, la propuesta de Japón es invitar a todos
ustedes a trabajar juntos para lograr una bella Tierra en
el año 2050, sobre la base de un paquete de medidas
(denominadas “Cool Earth 50”) que se sostienen
en tres pilares fundamentales:
1)
Primer pilar: Propuesta de una estrategia a largo plazo
para reducir la emisión de gases a escala global
Propone fijar la meta de reducir a la mitad la emisión
global para el año 2050, como una meta común
a largo plazo para todos. ¿Por qué? Porque
en este momento, como expliqué anteriormente, la
capacidad de absorción de los gases de efecto invernadero
es del 50% de la cantidad actualmente emitida. Y dicha emisión
está aumentando.
Francamente hay que confesar que con la tecnología
de hoy en día es difícil alcanzar el objetivo
de reducir a la mitad las emisiones de gases. El plan es
compatible con el crecimiento económico, aunque para
ello se necesite desarrollar una nueva tecnología
mediante la cooperación internacional, con el fin
de crear una “sociedad de bajo carbono”.
La ambiciosa
propuesta japonesa hace hincapié en la necesidad
de perfeccionar los sistemas de aprovechamiento de la energía
solar, la puesta en el mercado de vehículos menos
contaminantes y el aumento del uso de la energía
nuclear, que consideramos segura y de confianza en sus aplicaciones
pacíficas. (Figura
16)
2)
Segundo pilar: Propuesta de “Tres principios”
con miras a construir un marco internacional pos-Kyoto (para
después del 2012)
En la actualidad está en vigor el Protocolo de Kyoto,
puesto en marcha en 1997 pero con fecha de caducidad en
2012. Este tratado internacional es considerado un primer
paso hacia la reducción del efecto invernadero, aunque
tiene sus limitaciones debido a la falta de consenso para
su aplicación. En este sentido es fundamental crear
un marco concreto donde todo el mundo tiene que verse involucrado
y que funcione al caer el Protocolo de Kyoto en 2013. Para
poder diseñar esa estructura concreta de medidas
contra el calentamiento global para los años posteriores
a 2012, Japón propone “tres principios”.
1.
El Primer Principio consiste en que todos los principales
países emisores se unan al esfuerzo de reducir la
emisión de gases de efecto invernadero más
allá de los compromisos que establece el Protocolo
de Kyoto. Es decir, que se deben asociar al proyecto las
grandes naciones emisoras que no tomaron parte o no han
asumido obligaciones de reducción de emisiones en
el Protocolo de Kyoto, como EEUU (que es el mayor país
emisor del mundo, con el 22% del total de emisiones de gases
de efecto invernadero), China (que con el 18% es el segundo
país emisor) y la India (que con el 4% es el quinto
país emisor mundial de gases). Y a otras que sí
formaron parte del Protocolo como Rusia (6%) y mi país
Japón (5%). A propósito estos números
pueden ya ser considerados obsoletos, porque según
datos que la Oficina Medioambiental Holandesa hiciera públicos
en junio pasado, China superó en 2006 por primera
vez a los EEUU situándose como mayor emisor de dióxido
de carbono.
2. El Segundo
Principio consiste en que el nuevo marco debe ser lo suficientemente
flexible y variado como para contemplar las situaciones
particulares de cada país. Según explicó
el Primer Ministro Abe, la clave para que la estrategia
japonesa tenga éxito reside en que “cada país
tome las medidas oportunas para luchar contra el calentamiento
global de acuerdo con sus responsabilidades y capacidades”.
Nuestra
iniciativa pretende establecer por consenso, y no por imposición,
un sistema flexible y diverso para que cada país
sea capaz de optimizar sus esfuerzos para reducir las emisiones.
Los esfuerzos de los países desarrollados y de los
países en desarrollo no tienen porqué ser
exactamente los mismos y hasta entre los países en
desarrollo las capacidades y circunstancias difieren entre
economías emergentes y otros países. Es decir,
las responsabilidades son comunes, son las mismas, pero
diferenciamos las capacidades.
Con
este método individualizado, el Gobierno de Japón
confía en conseguir el compromiso tanto de los países
industrializados como de los que están en vías
de desarrollo, y así sumar en el proyecto a las grandes
naciones emisoras que no tomaron parte en el Protocolo de
Kyoto, o que no han asumido obligaciones como EEUU, China
y la India.
3.
El Tercer Principio consiste en que el nuevo marco logre
compatibilizar la preservación del medio ambiente
y el crecimiento económico, mediante la utilización
de tecnologías “amigables con el medio ambiente”
como aquellas que optimicen el uso de la energía,
entre otras.
Mi país
está dispuesto a apoyar a países en vías
de desarrollo con fuerte compromiso ambiental mediante la
creación de un “mecanismo de financiación”
para ayudar a dichos países a cumplir con la reducción
de las emisiones.
También
proponemos mejorar la eficiencia energética en el
mundo. En ese sentido, Japón apoyará los esfuerzos
internacionales que extiendan el uso pacífico y seguro
de la energía nuclear, así como también
proveerá asistencia para el desarrollo de infraestructura
para la introducción de la energía nuclear
en países en vías de desarrollo.
3)
Tercer Pilar: Despliegue de una movilización nacional
para alcanzar las metas del Protocolo de Kyoto
Este pilar está dirigido a la población japonesa.
El Gobierno japonés se concentrará en revisar
medidas para alcanzar las metas del Protocolo de Kyoto,
con el objeto de lograr la reducción del 6% en las
emisiones de gases.
Además
se ha lanzado una “movilización nacional”
bajo el lema de “reducir un kilogramo de dióxido
de carbono por persona por día” que va a promover
diversos esfuerzos y medidas, e inclusive el Gobierno de
Japón invita a la población a reexaminar su
estilo de vida.
Específicamente,
proponemos cambiar el código de vestimenta en las
oficinas en verano alentando la no utilización de
sacos y corbatas para de esta forma reducir el uso del aire
acondicionado; así como también la reducción
de la basura, el reemplazo de luces incandescentes por luces
fluorescentes; entre otras.
El esfuerzo
que formulamos para expandir a nivel nacional esta campaña
de “reducción de un kilogramo de dióxido
de carbono por día por persona” puede lograrse
si todos cumplimos algunas medidas: Si no utilizamos el
aire acondicionado en verano con temperaturas inferiores
a 28 grados y en invierno la calefacción con temperaturas
superiores a 20 grados; si acortamos el tiempo de nuestra
ducha diaria en 1 minuto; si utilizamos menos nuestros vehículos,
si reducimos el uso excesivo de bolsas y envoltorios; si
separamos nuestra basura; si no desperdiciamos agua y si
utilizamos la electricidad de manera inteligente, no dejando
enchufados aparatos eléctricos que no utilizamos.
(Figura
17 y 18)
En la
reunión del G8 que se realizó a fines del
mes de junio pasado en Heiligendamm, Alemania, los ocho
Jefes de Gobierno de los países más industrializados
del mundo han acordado dos cosas: 1) estudiar seriamente
la reducción del 50% de las emisiones de gases de
efecto invernadero para el año 2050, decisión
ya tomada por Japón, Canadá y la Unión
Europea y 2) involucrar a todos los mayores países
emisores de dichos gases.
IV.
Cooperación del Japón con las políticas
ambientales de la Argentina.
La Asistencia
Oficial para el Desarrollo del Japón en materia ambiental
asciende a unos 300 mil millones de yenes anuales (U$S 2500
millones) lo que equivale a un 30 % del total de la Asistencia
Oficial del Japón. De esa asistencia, aproximadamente
un 30 % es destinada a proyectos hidroeléctricos
y a proyectos de conservación de la energía,
otro 30 % a proyectos relacionados con infraestructura pluvial
de viviendas (red de cloacas y agua potable) y otro 20 %
a proyectos para combatir la contaminación del agua
y del aire, entre otros.
Además,
contamos con el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). Se
trata de un sistema creado por el Protocolo de Kyoto que
consiste en que los países desarrollados provean
fondos y tecnologías a países en vías
de desarrollo para encarar proyectos para reducir la emisión
de gases de efecto invernadero y que esta reducción
pueda ser aprovechada por el país inversor como parte
de sus esfuerzos para alcanzar las metas de reducción.
En cuanto
a los antecedentes en materia del MDL con Argentina, tenemos
el proyecto de generación de electricidad aprovechando
la fuerza eólica en Comodoro Rivadavia, en la Provincia
de Chubut. El contrato fue firmado en mayo de 2006, y el
volumen de derecho de emisión adquirido es del orden
de las 260 mil toneladas.
Como
antecedentes de la Asistencia Oficial ambiental del Japón
en Argentina, tenemos los siguientes casos:
1) un proyecto de cooperación para
fortalecer la capacidad de la Argentina en materia del MDL.
El proyecto en concreto consiste en elaborar una base de
datos y una guía del MDL y en definir proyectos modelo
en cooperación con la Secretaría de Medio
Ambiente. Estamos obteniendo éxitos en estos objetivos.
2) El “Programa de Cambio Climático”
en la Provincia de Santa Cruz es un proyecto de cooperación
técnica que consiste en la provisión de equipos
para medir la capa de ozono en la región patagónica.
Dado que en el sur del país, la capa de ozono que
absorbe los rayos ultravioletas está más deteriorada
-lo cual representa un mayor peligro para los seres vivos-,
el objetivo de este programa es elevar la capacidad de monitoreo
y establecer un sistema de alerta temprana para los residentes
de la zona.
3) “Programa contra la contaminación
ambiental y los residuos sólidos” trata sobre
los residuos industriales y de hogares que se desechan sin
control medioambiental e higiénico, lo cual causa
la contaminación de las napas subterráneas
y la contaminación del terreno. Asimismo la quema
de basura provoca la contaminación del aire. El objetivo
de la cooperación es investigar el estado actual
y cooperar con la provincia de Buenos Aires y con el Instituto
Nacional del Agua en preparar proyectos de reducción
de la cantidad de residuos sólidos.
4) El “Programa de Protección
de los recursos naturales” en Iguazú, Misiones,
tiene por objetivo la conservación de los recursos
forestales y la prevención de la destrucción
de los mismos. En concreto se trata de la educación
medioambiental de los residentes de la zona y también
de la promoción del ecoturismo que es compatible
con la preservación del ecosistema.
Argentina
creó en 1991 la Secretaría de Medio Ambiente
y Desarrollo Sustentable, en 1994 ratificó el Tratado
Marco sobre el Cambio Climático, en 2001 ratificó
el Protocolo de Kyoto y convocó en dos oportunidades
a la Conferencia de las Partes del Tratado: una vez en 1998
con la COP IV y la última vez en 2004 con la COP
X. Como puede apreciarse de este breve resumen, Argentina
ha estado trabajando muy positivamente para abordar el problema
del medio ambiente global. Es por ello que manifestamos
nuestro deseo de trabajar juntos con este socio tan activo
en el tema.
Para
concluir, quisiera manifestar una vez más que mi
país desea estudiar y actuar junto a ustedes no sólo
en materia de medio ambiente global sino también
en materia de medioambiente regional, sobre la base de la
propia experiencia.
Muchas
gracias.