El archipiélago
japonés adoptó su forma actual hace unos 10.000
años. En el período Jomon, que duró
unos 8.000 años, los pobladores de esta isla eran
cazadores y recolectores que gradualmente fueron formando
pequeñas comunidades. También utilizaban objetos
de barro.
El cultivo del arroz llegó al Japón desde
el continente eurasiático alrededor del año
300 a. C., durante el período Yayoi. Con el arroz,
los cultivos aumentaron rápidamente.
Puede
decirse que Japón dio sus primeros pasos para convertirse
en una nación en el período Yamato (fines
del siglo III d. C), donde los antepasados del actual Emperador
gobernaban un pequeño número de estados, en
las inmediaciones de lo que ahora son las prefecturas de
Nara y Osaka.
En
el año 604, el príncipe Shotoku implanta la
primera Constitución del Japón. En esta misma
época se arraiga el budismo proveniente del continente
eurasiático.
El
período Nara se inicia, en el s. VIII, con el establecimiento
de la primera capital permanente del país, en Nara.
A fines del mismo siglo, la capital es trasladada a Kioto
dando comienzo al período Heian, donde las familias
nobles tienen gran influencia en el poder. Es aquí
donde florece la cultura japonesa autóctona.
Desde
el periodo Kamakura, a fines del siglo XII, y hasta terminar
el periodo Edo, en la segunda mitad del siglo XIX, Japón
pasa al poder de los samurais o clase militar. El orden
existente hasta entonces es alterado (mediados del siglo
XV) y da comienzo una guerra civil que dura casi cien años.
Esta guerra se caracteriza por las luchas entre los señores
samurai de distintos dominios y, como agente de pacificación
y promotor de la unidad nacional, se destaca Toyotomi Hideyoshi.
Con la finalización de esta guerra, a principios
del siglo XVII cuando Tokugawa Ieyasu crea un gobierno en
Edo (la actual Tokio), se inicia el periodo Edo caracterizado
por su política aislacionista, que dura más
de doscientos años. Aquí se eliminan los intercambios
con todas las naciones excepto con China y los Países
Bajos. Japón vuelve a abrir sus puertas a EEUU y
a las potencias europeas recién en 1853, con la llegada
del comodoro estadounidense Matthew Perry.
La
época de los samuráis finaliza definitivamente
con la Restauración Meiji de 1868, la cual da inicio
a un nuevo sistema de gobierno regido por el Emperador.
El nuevo gobierno fomenta la modernización, adopta
sistemas políticos, sociales y económicos
occidentales estimulando la actividad industrial. Se crea
la Dieta y el pueblo participa limitadamente en los asuntos
políticos.
A partir
de 1920, el movimiento democrático gana fuerza, aunque
son los militares quienes, aprovechándose de la crisis
económica mundial, consiguen el poder abocándose
al camino de la guerra.
Con
el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Japón
pone en vigor una nueva Constitución adoptando así
un sistema democrático pacífico y esforzándose
para crecer como una nueva potencia económica.
En 1956,
Japón forma parte de la Organización de las
Naciones Unidas y desde entonces participa en una gran variedad
de actividades para contribuir a la paz y a la prosperidad
mundial.